Hace unos días el Secretario de Estado de Economía, el Sr. Iñigo Fernández de Mesa, hizo unas declaraciones en la radio pública (y antes en otros medios) en el sentido de que las reformas estructurales puestas en marcha en España desde el año 2012 han permitido que con menos crecimiento se cree más empleo que antes. Y tan contentos. Es humano y comprensible alegrarse de que la economía española empiece a crear empleo de forma significativa. Y también pensar que las medidas llevadas a cabo han tenido que ver con ello. Pero en este mensaje encuentro una seria contradicción. Si hacemos una simple operación aritmética resulta que, si con una tasa de crecimiento dada del PIB el empleo crece a una tasa mayor que antes, la inevitable consecuencia es la caída en la tasa de crecimiento de la productividad. Por definición, las denominadas “reformas estructurales” van encaminadas a mejorar la eficiencia general del sistema fomentando el crecimiento económico a través del aumento de la productividad. Por tanto, una de dos, o bien la tasa de crecimiento del empleo ante un crecimiento dado del producto no es mayor que antes (no disponemos de una serie temporal lo suficientemente amplia para afirmar esto con rigor) o bien el crecimiento económico no se debe a las supuestas reformas estructurales. Me inclino por esto último.

En mi opinión, el crecimiento de la economía española ha venido muy condicionado por las perturbaciones externas favorables que se han producido recientemente (depreciación del euro, acción decidida del BCE, la inesperada y vertiginosa caída del precio del crudo… y, por supuesto, la devaluación interna). En este sentido, no es correcto tampoco lo que acaba de decir el Ministro Luis de Guindos en relación a que otros países de nuestro entorno también se han visto sometidos a dichas perturbaciones y, sin embargo, su crecimiento es menor. Una de las modalidades de las denominadas “perturbaciones asimétricas” consiste precisamente en el distinto impacto que un mismo shock puede tener en las diferentes economías. Por ejemplo, la depreciación del euro tiene un efecto favorable mayor en un país más orientado al sector exportador o más dependiente del turismo (por supuesto, respecto de aquellos países de fuera de la Eurozona). Ello explicaría también que el mismo shock negativo de 2007 (crisis financiera) tuviera un impacto asimétrico en los países llevando a alguno de ellos a la sobrerreacción, como ha sido el caso de España.

Lo que creo que está ocurriendo, por tanto, es que se está creando empleo fundamentalmente en sectores de baja productividad, puede incluso que en mayor medida que antes. Si eso es así, cuando la economía crece se genera mucho empleo y cuando dicho crecimiento revierte también se destruye mucho. Nada nuevo. Y no hay novedad porque no se han acometido con seriedad dichas reformas estructurales en el sector educativo, los sectores regulados, el energético, el mercado interno (el de España, me refiero), etc. Yo no estaría tan contento.

3 Comentarios

  1. Un post valiente, Rafa.

    Enhorabuena.

    ________________________________ De: «(bAg): Blog de economía de la AldEa Global» Enviado: miércoles, 6 de mayo de 2015 12:23 Para: Mª DEL CARMEN DIAZ MORA Asunto: [New post] Con menos crecimiento creamos más empleo. Y tan contentos.

    rafaelllorca posted: «Hace unos días el Secretario de Estado de Economía, el Sr. Iñigo Fernández de Mesa, hizo unas declaraciones en la radio pública (y antes en otros medios) en el sentido de que las reformas estructurales puestas en marcha en España desde el año 2012 han per»

  2. También es año electoral y se nota. Según la EPA del primer trimestre del 2015, la ocupación bajó en 143.500 personas en el empleo privado, mientras que subió en 29.200 en el público (la mayor parte en Andalucía).

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