Laudatio a José Luis García Delgado con motivo de su Doctorado honoris causa por la Universidad de Alicante, que tuvo lugar el pasado 23 de Septiembre en el paraninfo de la citada universidad.

Excmo. y Magnífico Sr. Rector,
Excmas. e Ilustrísimas autoridades,
Claustro de la Universidad,
miembros de la Comunidad Universitaria,
señoras y señores,

Es para mí un privilegio ocupar esta tribuna para pronunciar la laudatio del profesor José Luis García Delgado, persona y profesor entrañable, maestro y amigo. Un privilegio que comparto con los muchos compañeros procedentes de toda España que hoy nos acompañan en este claustro.

Es imposible en los pocos minutos que me corresponden, glosar los méritos del profesor García Delgado, tal como dicta la tradición. Obligatoriamente, por razones de protocolo del acto, debo ser inusualmente escueto. Sintetizaré en cinco puntos una vida académica realmente ejemplar,  muy rica y prolija en detalles y estilos que por su importancia  no deberían someterse a ningún filtro de brevedad.

1. Un primer aspecto a resaltar es su excepcional trabajo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, muy tempranamente como Vicerrector, y posteriormente y durante diez años Rector. Entre el excelente elenco de rectores de esta institución, José Luis García Delgado, Rector honorario, ha destacado sobremanera por su propia personalidad académica, como hombre abierto al trabajo interdisciplinar, la conjunción de saberes, el culto a la brillantez, el rigor y la excelencia. Su labor en el Palacio de la Magdalena y otras emblemáticas sedes confirió a la UIMP una impronta moderna, al tiempo que rendía tributo a las raíces, membradas en el nombre propio de esta Universidad, con la concurrencia de las ideas, la crítica, las humanidades y una excelente proyección española -e hispanoamericana e internacional – impulsada personalmente por el Rector. No es éste un elemento aislado en la trayectoria de José Luis García Delgado quien, ha sido durante toda su vida una persona absolutamente comprometida con la Universidad, como en los difíciles momentos de los primeros años de la  transición democrática, formando parte del equipo rectoral de la Universidad Complutense de Madrid.

2. Un segundo aspecto es su empeño, casi doctrinario, en dar continuidad y valor a la historia del pensamiento económico español, plasmado en una vocación ejemplar de gratitud adquirida con sus primeros maestros. A él le gusta citar, dentro de los economistas, a Valentín Andrés Álvarez, Juan Velarde –director además de su Tesis Doctoral–, Gonzalo Arnáiz, Enrique Fuentes Quintana, Fabián Estapé, Luis Ángel Rojo y Gonzalo Anes.  No es baladí que la mayor parte de los citados también hayan sido distinguidos como Doctores Honoris Causa por la Universidad de Alicante y en la actual crisis económica sean citados con reiteración y añoranza. Con todos ha compartido obras, proyectos e inquietudes y también ha sido ejecutor de una tenaz proyección de sus enseñanzas en todas las latitudes de su trabajo. En este entorno, José Luis García Delgado  desempeña con destreza y brillantez un muy activo papel como Académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas desde 2002, fomentando una mayor comprensión intercultural del pensamiento económico español y su relevancia social en nuestra historia contemporánea.

3. Debo hablar ahora de sus contribuciones científicas sobre la economía española. Es imposible, en aras a la brevedad aludida, hacer una mínima referencia a cada uno de sus trabajos científicos que han tenido una profunda repercusión en el conocimiento de la economía española, plasmados en más de cien libros y artículos publicados y varios centenares de artículos de divulgación.  Sus trabajos iniciales sobre el proceso de industrialización en España han orientado a un gran número de estudiosos e investigadores. Aquí surge además el inicio de una Escuela que, en método, y relevancia de contenidos, va a cambiar una orientación disciplinaria meramente descriptiva en una progresiva reinterpretación analítica de la Economía Española. Esto ha  quedado plasmado en la dirección de manuales y obras colectivas que vienen editándose  y renovándose ininterrumpidamente en los últimos 25 años e impartidas en todas las universidades.  Al respecto, la figura del profesor García Delgado ha sido decisiva para, de forma persistente e incansable, aglutinar y dirigir a las firmas de mayor prestigio dentro de España. Me dejo de lado numerosas contribuciones muy relevantes que debiera mencionar. Les citaré una tan sólo entre las más recientes: la elaboración de las cuentas satélite de la Economía Social en España y la aportación de este importante sector al PIB en modo de Excedente Social.

4. “Escuela”, acabo de decirles, pero que no debe interpretarse en el caso del Profesor García Delgado como algo meramente academicista, sino renovador.  Durante toda su vida universitaria ha llevado a cabo una excepcional labor de engarce y estímulo de las más destacadas iniciativas, académicas y editoriales, en torno a la Economía Española desarrolladas entre sus compañeros. Un ejemplo, con pocos o nulos precedentes en nuestro país han sido las 25 ediciones de las Jornadas de Alicante sobre Economía Española, cita anual ininterrumpida donde se han debatido todos los hitos, problemas y temas relevantes de la economía española con los mejores especialistas sin distinción de cátedras y con presencia de figuras tan veneradas como Enrique Fuentes Quintana, Luis Ángel Rojo o el co-fundador con José Luis, Juan Velarde. Esta labor -y muchísimas otras- como la fundación e impulso de la Asociación Libre de Economía o la Revista de Economía Aplicada- han estado orientadas principalmente a animar a los más jóvenes, y a ofrecerles posibilidades académicas antes inexistentes; o apoyar a los universitarios que provenían de los centros superiores creados en estos años en muchas universidades españolas. Apoyo revestido de mil formas: desde la dirección de numerosísimas tesis doctorales, publicación de trabajos o la concurrencia permanente de su magisterio. Los profesores de esta Universidad tenemos una profunda gratitud con José Luis por toda la dedicación que durante muchos años ha prestado a todos sus profesores sin excepción.

5. Por último citaré, aunque sea brevemente, una vertiente intelectual especialmente brillante en el profesor García Delgado, muy loable en nuestro tiempo, donde se reflejan las carencias de la especialización. Me refiero a su capacidad para establecer puentes entre las diferentes disciplinas, especialmente con las restantes ciencias sociales  o con las humanidades. Ya he hecho referencia a su labor en la Academia. Déjenme que aluda también a su liderazgo en un proyecto realmente importante y singular: “El valor económico del español”, nuestra lengua,  un activo hasta ahora insuficientemente valorado, clave en la internacionalización empresarial española. Un proyecto muy ambicioso promovido por Fundación Telefónica, con la colaboración del Instituto Cervantes y la Secretaría General Iberoamericana, en el que el profesor García Delgado ha hecho gala de su visión  integradora, multi e interdisciplinar e internacional, gestando numerosos ecos y puntos de apoyo al otro lado del Atlántico.

Quizá tendría que haber señalado muy al principio una identidad marcada en su código genético: su pasión por enseñar. Toda su vida profesional, iniciada en 1967, ha discurrido en el ámbito universitario. Más de 44 años en diversos centros nacionales e internacionales destacando la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Oviedo, de la que además fue Decano. Y en su estilo de enseñar ha transmitido a los alumnos, mucho más que magníficas lecciones o enseñanza de economía.  Ha transmitido ética, elegancia, criterio, historia, cultura de nuestro tiempo, todo con un porte que únicamente los grandes profesores pueden transmitir. Una gran generosidad en su constante apoyo y lealtad con todos sus discípulos.

En definitiva: bien le cuadra al profesor García Delgado lo que el recientemente fallecido Ernesto Sábato (al que trató en sus años de Rector) escribiera en su obra Uno y el universo: “La ciencia es una escuela de modestia, de valor intelectual y tolerancia”.

Como decía al principio, este doctorado tiene muchas adhesiones, presentes en estos primeros asientos se encuentran representantes de más de 20 universidades españolas que han querido acompañar y apoyar al profesor José Luis García Delgado en este acto. Ellos, se unen a mi en el ruego al Clautro para que, considerados y expuestos, estos méritos, autoridades y claustrales, se otorgue y confiera al profesor D. José Luis García Delgado, la distinción de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante.

Muchas gracias.

Andrés Pedreño Muñoz
Departamento de Análisis Económico Aplicado
Universidad de Alicante

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