Esta semana se ha celebrado en el Real Colegio Complutense de la Universidad de Harvard el Seminario de Economía Internacional que organiza anualmente la Asociación de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado (TCEE), con el patrocinio de la Fundación CECO y la Fundación Rafael del Pino. Es la tercera ocasión en que se celebra, reuniendo a un conjunto destacado de profesores de la Universidad de Harvard y del MIT. Este año el programa ha contado con la participación de Daron Acemoglu, Esther Duflo, Dani Rodrik, Nathan Nunn, Greg Mankiw, Gita Gopinath, Emmanuel Fhari, Douglas Irwin, Pol Antràs y Fritz Foley.  El director del semanario es Pol Antràs y Vicente Montes, Presidente de TCEE, el  encargado de que se celebre un acto de características tan excepcionales como éste.

El objetivo de esta breve nota es dar noticia de las actividades que se han desarrollado en el seminario y acompañar dicha información con algún comentario. Las sesiones del seminario permiten asomarse a la investigación que se está haciendo en determinados campos del análisis económico en ambos centros de referencia mundial, la Universidad de Harvard y el MIT. La actividad es muy recomendable tanto para los técnicos superiores de la administración pública como para los académicos que hemos tenido la fortuna de asistir estos días a las sesiones.

Cuatro ponencias trataron sobre problemas relacionados con el desarrollo económico. Cada autor ofreció una aproximación distinta. D. Acemoglu presentó un adelanto del libro que aparecerá publicado los próximos meses titulado Why Nations Fail. The Origins of Power. Prosperity and Powerty, en coautoría con James A. Robinson. Se trata de una ambiciosa reconstrucción histórica de la relación entre instituciones políticas y económicas, por una parte, y el crecimiento económico de las naciones, por otra. E. Duflo presentó su enfoque experimental para analizar los programas y políticas de desarrollo. En los últimos años, el uso de estos enfoques se ha popularizado hasta revolucionar la Economía del Desarrollo. Está basado en el diseño de experimentos reales, que cumplen ciertas condiciones de aleatoriedad, que permiten hacer inferencias sobre los efectos producidos por programas públicos en países en desarrollo. En su exposición, E. Duflo habló de que estos experimentos y los resultados que proporcionan están sirviendo para estimular la creatividad en el modo de contrastar las teorías y, también, para cuestionar teorías con poco apoyo empírico. D. Rodrik presentó sus últimos artículos sobre la relación entre globalización, cambio estructural y crecimiento de la productividad. Por último, N. Nunn analizó cuestiones polémicas relacionadas con el desarrollo económico, poniendo el acento en la inferencia empírica y en el uso de fuentes estadísticas muy originales. Por ejemplo, el análisis de la influencia del comercio de esclavos sobre el desarrollo de los países africanos o la influencia de las intervenciones de la CIA, creando estados marioneta en el periodo de la Guerra Fría, sobre los flujos comerciales bilaterales entre EE.UU. y los países intervenidos.

Tres presentaciones correspondieron a macroeconomistas del Departamento de Economía de Harvard.  G. Mankiw, un veterano del Departamento, y dos representantes de la generación más joven, G. Gopinath y E. Fhari. Mankiw presentó “An exploration of optimal stabilization policy”, un amplio análisis sobre la combinación optima de políticas fiscales y monetarias cuando la economía experimenta una caída de la demanda agregada. Quizá el elemento más interesante del artículo es que evalúa las políticas analizadas no sólo desde el punto de vista convencional del tamaño del multiplicador, cuánto crece el PIB por unidad de incremento del déficit público, sino tambien desde el punto de vsita de la economía del bienestar. La jerarquización de estas politicas desde el punto de vista del bienestar (cuáles son optimas)  es distinta a la jerarquización desde el punto de vista del multiplicador. En cuanto a G. Gopinath, presentó el artículo “Fiscal devaluations”, escrito en colaboración con Fhari e Itskhoki. El trabajo examina el efecto de diferentes políticas fiscales en un modelo neokeynesiano de economía abierta. En particular, su objetivo es diseñar una política fiscal que genere el mismo efecto real que una devaluación del tipo de cambio nominal. El diseño de la devaluación fiscal requiere una combinación adecuada de subidas en el IVA y de disminuciones en las cotizaciones sociales. Los efectos se consiguen al aumentar los precios de importación sin incrementar los precios de exportación (por el efecto que produce el IVA en los productos sujetos a comercio internacional), mientras que la reducción en las cotizaciones sociales es necesaria para mantener los precios de los productos producidos interiormente. ¿Una alternativa interesante para los problemas actuales de España? La devaluación fiscal conseguiría sobre el papel y a corto plazo  el mismo efecto que una devaluación, aunque no resolvería los problemas de largo plazo de caída  en la PTF, que quizá son el origen último de los problemas que la devaluación trataría de corregir. Con todo, es una alternativa al alcance de países que, como España, carecen del instrumento del tipo de cambio. Por último, E. Fhari prsentó un amplio análisis sobre las situaciones de trampa de liquidez, en el contexto de modelos neokeynesianos que incorporan microfundamentación de los agentes y dinámica, y las correpondientes políticas para hacer frente a dichas situaciones.   

Douglas Irving, uno de los grandes historiadores contemporáneos de EE.UU., comenzó su charla con una provocadora pregunta: How Spain missed the Great Depression (but won’t miss this one)? Gran conocedor de los entresijos de la política comercial durante los siglos XIX y XX, detalló cómo España apenas se vio afectada por la Gran Depresión al estar fuera del Patrón Oro. Los tipos de cambios fijos bajo el Patrón Oro fueron el mecanismo fundamental de trasmisión de la depresión, extendiéndola al resto del mundo. Uno de los factores que ha amortiguado la Gran Recesión de 2008-2009 es precisamente que los tipos de cambio son flexibles. Sin embargo, al contrario que en la década de 1930, España no ha podido beneficiarse en esta ocasión de la ventaja de flotar su moneda, al estar integrada en la zona euro.

Por último, Pol Antràs y Fritz Foley trataron, ambos, cuestiones relacionadas con el comercio internacional. Tomando como referencia dos rasgos importantes de la economía mundial, la fragmentación de los procesos productivos entre países y las fricciones contractuales típicas de las transacciones internacionales, P. Antràs ha sido durante los últimos años uno de los autores clave en el desarrollo de las teorías que permiten entender la existencia de empresas multinacionales así como sus decisiones de localización y abastecimiento. En su charla trató de manera monográfica los aspectos relacionados con la deslocalización,  es decir con la transferencia de actividades productivas al exterior, actividad que las empresas realizan con frecuencia y se conoce también con el término de offshoring. En un terreno próximo, el artículo que presentó F. Foley trata sobre la interrelación existente entre financiación y comercio internacional: los aspectos teóricos más relevantes de dicha relación y una aplicación práctica al caso de la industria avícola en EEUU.

Como se desprende del resumen realizado, que es sólo una breve aproximación al contenido del seminario, los asistentes disfrutamos con el análisis de expertos académicos de primer nivel sobre cuestiones de enorme actualidad. Esperemos que la iniciativa se pueda repetir en el futuro.        

 

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