Por Salvador Gil (Universidad de Valencia)

Esta entrada está basada en la conferencia impartida por el autor en las XXXIX Jornadas de Alicante sobre Economía Española celebradas en Alicante. 


En las últimas décadas, la economía mundial ha experimentado cambios estructurales que han colocado a los servicios en un primer plano. Las actividades de servicios se han convertido en la fuerza impulsora que está configurando el panorama económico internacional. Actualmente los servicios representan algo más de las dos terceras partes del PIB mundial, emplean a la mitad de los trabajadores en el mundo y son la fuente principal de creación de empleo, especialmente, entre las mujeres y los jóvenes. Asimismo, los servicios estimulan el crecimiento por su función como insumos en las distintas fases de los procesos de producción de bienes y otros servicios y desempeñan un papel central en las redes de producción trasfronterizas. Además, los servicios constituyen el componente más dinámico del comercio mundial y son fundamentales en la competitividad de las exportaciones de las empresas en todos los sectores.

Los datos del comercio internacional publicados por Eurostat muestran que la UE lidera el comercio mundial de servicios. Según los últimos datos disponibles, la UE como bloque comercial es el principal exportador e importador de servicios con una participación sobre el total mundial del 25,2% en las exportaciones y del 23,4% en las importaciones. A efectos comparativos, la participación de EEUU es del 16,7% en las exportaciones y del 13,7% en las importaciones, mientras que la de China es del 6,5% para las exportaciones y del 8,8% para las importaciones.

A pesar de la importancia económica y política de la UE, del peso del sector servicios y del liderazgo de la UE en el comercio de servicios, resulta llamativa la ausencia de estudios centrados en evaluar el impacto de la UE sobre el comercio de servicios. En un trabajo en curso en colaboración con Carmen Díaz Mora y Silviano Esteve Pérez que se publicará próximamente en la revista Economistas y cuyos resultados he presentado recientemente en las XXXIX Jornadas de Alicante sobre Economía Española, se cuantifica el citado impacto a partir de la estimación de la ecuación de gravedad estructural.

Cuando analizamos qué países son los socios comerciales más importantes de los Estados miembros de la UE tanto en las exportaciones como en las importaciones de servicios se comprueba fácilmente que, en todos los Estados miembros, los principales socios comerciales son economías grandes y/o próximas geográfica o culturalmente. En este sentido, no resulta sorprendente que, en 2022, Alemania, siendo la economía más grande de la UE y ocupando una posición relativamente central, fuera el principal destino de las exportaciones de servicios en quince Estados miembros de la UE y que los Estados Unidos lo fueran de otros seis (incluidos Alemania y Francia) y el Reino Unido de cuatro. Por tanto, parece claro que el tamaño económico de los países y la distancia entre ellos son dos determinantes fundamentales del comercio bilateral tal y como predice el modelo de gravedad del comercio internacional desde sus orígenes (Tinbergen, 1962).

Sin embargo, cabe subrayar que la UE es el proyecto de integración supranacional más ambicioso que existe y es también el mercado único más grande del mundo. Además, el libre comercio entre sus miembros fue uno de los principios fundacionales de la UE. Por estos motivos, además de por la cercanía y el tamaño económico de algunos de los países que integran la UE, tampoco debe sorprender que los socios comerciales más importantes de la mayoría de los Estados miembros en el comercio de bienes (Nagengast et al., 2024), pero también en el de servicios, sean otros Estados miembros.

El gráfico 1 muestra cómo se distribuye el comercio de servicios entre el comercio intracomunitario y el extracomunitario. En 2022, el comercio intracomunitario representó al menos el 50% del comercio total en 22 de los 27 Estados miembros, si bien se aprecian diferencias importantes entre los distintos Estados. Las mayores cuotas del comercio intracomunitario corresponden a Eslovaquia, Austria y Eslovenia, países en los que, aproximadamente, el 75% del comercio es intra-UE, y las menores a Irlanda, Grecia y Chipre (entre el 25 y el 37%). En España el comercio intracomunitario supera por muy poco el 50%.

Gráfico 1 Distribución del comercio intra-UE y extra-UE de servicios, 2022

Por tanto, aunque pocos dudarían del importante papel del mercado único europeo en el impulso del comercio entre sus miembros, surgen una serie de preguntas cuya respuesta es de gran interés tanto para los académicos como para los responsables políticos: (1) ¿El mercado único de los servicios ha estimulado el comercio intracomunitario, más allá de lo que podría explicarse por el tamaño económico de los países, la proximidad geográfica y cultural y por otros factores, observables o no? (2) ¿El Mercado Único ha promovido el comercio intracomunitario por igual en todos los Estados miembros? (3) ¿El mercado único ha impulsado el comercio de manera uniforme entre las distintas categorías de servicios?

Los resultados que se ofrecen a continuación se basan en la estimación de ecuaciones de gravedad que tienen en cuenta los últimos desarrollos teóricos y econométricos en este campo. La muestra considerada cubre el periodo 2000-2019 e incluye 100 países que representan el 99% del comercio mundial de servicios.

El gráfico 2 muestra el efecto de la UE en el comercio intracomunitario de servicios (línea horizontal) y el impacto por países, ordenados de mayor a menor impacto. La UE ha contribuido a impulsar sustancialmente el comercio de servicios, con un impacto estimado cercano al 50%. Por países, en una posición muy destacada aparece Irlanda (350%), seguido de España, Reino Unido y Portugal (en torno al 170%). En el extremo opuesto, no se encuentra evidencia de un efecto significativo para Alemania, Italia, Dinamarca, Bulgaria y Eslovenia e incluso se encuentra, sorprendentemente, un efecto negativo en el caso de Croacia.

Gráfico 2. Efecto de la Unión Europea en el comercio intracomunitario de servicios. Impacto por países (porcentajes)

Por último, el gráfico 3 muestra el impacto sobre el comercio intracomunitario por categorías de servicios. El impacto por categorías es, como cabía esperar, heterogéneo. Se encuentra un efecto positivo en 8 de las 12 categorías consideradas, pero debe señalarse que estas categorías son las que representan un volumen de comercio mayor. Impactos superiores al 150% se obtienen en Viajes y Educación, del 116% en Servicios relacionados con el comercio, entre el 85 y el 95% en Otros servicios a empresas y Servicios financieros, entre el 50 y el 70% en Telecomunicaciones, informática y servicios de información y Seguros y pensiones y del 15% en Servicios de transporte. En cambio, en Servicios de construcción, Patrimonio y servicios recreativos, Servicios de salud y Otros servicios personales no se obtiene evidencia de un efecto positivo.

Gráfico 3. Efecto de la Unión Europea en el comercio intracomunitario de servicios. Impacto por categorías de servicios (porcentajes)

En resumen, el estudio del impacto de la UE en el comercio de servicios ha revelado que, aunque los resultados son heterogéneos por países y categorías de servicios, el mercado único ha estimulado el comercio entre los Estados miembros. La evidencia encontrada permite inferir que avanzar en la liberalización comercial de este sector en el mundo estimulará el comercio y el crecimiento mundial.

 

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