La decisión por parte del Reino Unido de salir de la Unión Europea el 23 de junio pasado provocó un verdadero cataclismo en los mercados financieros internacionales. Las Bolsas se desplomaron y la libra esterlina se depreció considerablemente con el dólar y el euro. Pronto empezaron las opiniones que apuntaban que la depreciación nominal de la libra tendría efectos negativos sobre las exportaciones de bienes de EE.UU. y del resto de la Unión Europea hacia el Reino Unido, y en mayor medida, sobre los flujos de turistas británicos. Pero estos malos presagios no tienen en cuenta la evolución histórica del tipo de cambio nominal de la libra y los factores que determinan la depreciación nominal a largo plazo. A pesar de ello, el flujo de los turistas británicos hacia España ha continuado históricamente aumentando.
En el primer gráfico se muestra la evolución del tipo de cambio nominal de la libra con el dólar desde comienzos de 2016 hasta la actualidad. La línea roja vertical señala el día del «Brexit».
El tipo de cambio de la la libra con el dólar fluctuaba desde comienzos de año y hasta el día de la votación alrededor de 1,45 dólares por libra. Después de la votación, la libra se depreció fuertemente (en relación con el dólar) y el tipo de cambio nominal ha fluctuado alrededor de 1,32 dólares por libra desde entonces. Esta depreciación puede reflejar las expectativas negativas a corto plazo sobre los flujos del comercio internacional (bienes y servicios, incluido el turismo) Reino Unido.
No obstante, el tipo de cambio nominal de la libra con el dólar (y con otras monedas) ha registrado una tendencia a la depreciación en el largo plazo. Hagamos dos zoom que nos van a ilustrar esta tendencia.
En el segundo gráfico se muestra la evolución del tipo de cambio nominal de la libra con el dólar desde comienzos de 1971 hasta la actualidad.
La libra cotizaba a 2,40 dólares después de la ruptura del Sistema Monetario Internacional de Bretton Woods en el periodo 1971-1973, y desde entonces ha continuado una tendencia a la depreciación nominal. El mínimo desde entonces se sitúo en 1,079 dólares por libra en febrero de 1985, lejos aún de la actual cotización de 1,30 dólares por libra.
Hagamos un zoom aún mayor en el tercer gráfico, ampliado el periodo desde 1910 hasta la actualidad.
Ahora queda más clara la evidencia de que la libra esterlina se ha ido depreciando a largo plazo con el dólar: ¡En 1910 cotizaba a 5,0 dólares por libra!.
La depreciación del tipo de cambio nominal de la libra con el dólar a largo plazo no depende de las expectativas negativas que se puedan generar en los mercados financieros por acontecimientos como el «Brexit». El comportamiento del tipo de cambio nominal a largo plazo de cualquier moneda depende de la influencia conjunta de dos factores: (1) de los cambios en los niveles de precios relativos a largo plazo derivados a partir de los factores monetarios internos, es decir, los cambios de la oferta y la demanda de dinero relativa entre los dos países; (2) de los cambios en el tipo de cambio real bilateral que mide la competitividad exterior de la economía nacional.