Cuando parecía que la economía americana comenzaba a recuperarse del alza de la morosidad de los préstamos de la vivienda, vuelven a surgir temores – en los medios de comunicación, en la opinión pública y en los medios financieros especializados – de que una nueva bomba de relojería se sigue gestando con la acumulación sin límite de los préstamos a los estudiantes (en su mayoría con garantía del Gobierno Federal de EE.UU.) y con el mantenimiento de una elevada tasa de morosidad.

La Reserva Federal de Nueva York ha presentado recientemente las estadísticas de préstamos estudiantiles que aparecen en el informe más amplio sobre el crédito y de la deuda de los hogares de los EE.UU.: el Quarterly Report on Household Debt and Credit del primer trimestre de 2014.

En el primer gráfico se muestra la evolución del total de la deuda de los hogares de EE.UU. y su composición por tipos de préstamos desde el primer trimestre de 2013 al primer trimestre de 2014.

Los préstamos a los estudiantes es el único tipo de deuda de los hogares que ha crecido ininterrumpidamente desde el máximo alcanzado en 2008 por la deuda total. Dejando a parte la deuda hipotecaria (mortgage, 8,17 billones de dólares, 70% del total de la deuda), los préstamos a estudiantes continúan superando a finales del primer trimestre de 2014 en montante (1,1 billones de dólares, 9,5% del total) a los préstamos clásicos, tales como los créditos para compra de coches (880.000 millones de dólares, 7,5% del total) y las tarjetas de crédito (660.000 millones de dólares, 5,7% del total). [1] [2]

En el segundo gráfico se muestra la evolución de la tasa de morosidad (delinquent payment) por tipo de deuda de los hogares desde el primer trimestre de 2013 al primer trimestre de 2014.

La tasa de morosidad (más de 90 días sin pagar) ha descendido significativamente en los últimos dos años en todos los tipos de préstamo, excepto en los préstamos a estudiantes. Además la tasa de morosidad de los préstamos a estudiantes se ha situado en un 11%, la más alta de todos los tipos de deuda.

Algunas cifras pueden servir para ilustran el alcance del problema del endeudamiento de los estudiantes universitarios. En primer lugar, de casi los 20 millones de estadounidenses que asisten cada año a la universidad, cerca de 12 millones tienen algún tipo de préstamo a estudiantes. En segundo lugar, un estudiante acumula al final de un grado universitario de cuatro años, un montante medio de 20.926 dólares de préstamos a estudiantes. En tercer lugar, en la actualidad casi 37 millones de estadounidenses tienen un préstamo a estudiantes, con un montante medio de 30.227 dólares de saldo vivo.

Los altos niveles de deuda de préstamos a estudiantes no plantean ningún problema, siempre y cuando la inversión en la educación universitaria genere al individuo una «tasa de rentabilidad o tasa de retorno» posterior elevada (por ejemplo, en forma de salarios relativamente más altos) que le permita: a) reembolsar sin problemas los préstamos obtenidos para cursar los estudios en la universidad; b) y que no le penalize este endeudamiento (al estudiante y/o a sus padres si lo avalaron) para obtener otro tipo de préstamos, tales como créditos para compra de coches o hipotecas para la compra de viviendas, o incluso la disponibilidad de tarjetas de crédito.

Pero la morosidad de los préstamos a estudiantes va en aumento desde el inicio de la crisis financiera internacional y ya alcanza el 11%, tal y como vimos en el gráfico. Respecto a este problema, la Asociación Nacional de Abogados del Consumidor de EE.UU. – National Association of Consumer Bankruptcy Attorneys (NACBA) – ha presentó en 2012 un informe demoledor en el que alertaba del problema. El informe de la NACBA muestra, por ejemplo, que:

  • 4 de cada 5 abogados de la Asociación manifiestan que los clientes potenciales con deuda de préstamos a estudiantes se han incrementado «significativamente» o «algo» en los últimos tres o cuatro años.
  • El 95% de los abogados manifiestan que la mayoría de sus clientes no tienen ninguna posibilidad de obtener una moratoria, dada la excesiva carga que en la actualidad les supone el préstamo a estudiantes.
  • Los préstamos a los padres para la educación universitaria de su hijos han aumentado un 75% desde el año académico 2005-2006. Los padres atendidos tienen un promedio de 34.000 de dólares en préstamos estudiantiles, y esa cifra se eleva a unos 50.000 dólares en un préstamo «estándar» con un plazo de de amortización de 10 años.
  • Por último, el informe revela que, por ejemplo, de los estudiantes graduados en 2005 («Class of 2005″), los que empezaron a devolver el préstamo al año siguiente de la graduación, el 25% del total acabó con un préstamo impagado, y un 15% del total ha entrado en mora en algún momento de la vida del crédito.

Nuevamente la historia se repite: «El mercado de préstamos a estudiantes de EE.UU. es demasiado grande para quebrar», repiten los analistas financieros (Too Big to Fail, como España e Italia en la zona del euro).

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[1] Un trillón en EE.UU. equivale a 1 billón europeo.

[2] Los préstamos HE revolving, son los préstamos obtenidos con garantía hipotecaria, conocidos también por Home Equity Line of Credit (HELOC). Representan un montante de 520.000 millones de dólares, un 4,5% del total de la deuda de los hogares.

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