Este lunes 10 de octubre la Real Academia Sueca de Ciencias ha dado a conocer el nombre de los galardonados con el premio Nobel de Economía 2022. Se trata de tres americanos cuyas aportaciones han permitido un significativo avance en la investigación sobre bancos y crisis financieras (“for research on banks and financial crises”).

Los galardonados son Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal entre 2006 y 2014 y actualmente investigador en The Brookings Institution, en Washington D.C.; Douglas Diamond de la Universidad de Chicago; y Philip Dybvig de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.

En términos generales la investigación de los tres galardonados, que arranca de un profundo conocimiento de la Gran Depresión de los años 30, ha permitido manejar mejor las crisis financieras que se han sucedido con posterioridad, ha demostrado la importancia de prevenir colapsos bancarios generalizados y ha sentado las bases científicas para la investigación moderna sobre estos temas a partir de tres artículos seminales.

Veamos qué ideas centrales transmitieron dichos trabajos:

Primer artículo: Bernanke, B. S. (1983): .Non-Monetary Effects of the Financial Crisis in the Propagation of the Great Depression. The American Economic Review, 73(3), 257-276. En este artículo Bernanke destaca la importancia de las crisis bancarias como causa (no consecuencia) del declive de una economía. Es más, un colapso bancario puede ser decisivo para que una recesión pueda desembocar en una depresión profunda y prolongada. En este ámbito, cuanto más tiempo se tarde en reflotar un sistema bancario fallido más tiempo tardará la economía en recuperarse. Bernanke demostró que un factor decisivo para la recuperación de la economía americana, tras la crisis de los años 30, fue la implementación de una potente regulación bancaria para ayudar a prevenir y evitar pánicos bancarios futuros dada la ‘inherente vulnerabilidad del sistema bancario’.

Segundo artículo: Diamond, D. W., & Dybvig, P. H. (1983). Bank runs, deposit insurance, and liquidity. Journal of Political Economy, 91(3), 401-419. En este trabajo los dos laureados con el Nobel Diamond y Dybvig presentan una solución al problema de la vulnerabilidad bancaria mediante la introducción de un ‘seguro de depósito’ público (lo que comúnmente conocemos en España como Fondo de Garantía de Depósitos). En este ámbito si los depositantes saben que el estado protege sus ahorros la confianza permite mitigar el pánico bancario cuando existe posibilidad de que este se desencadene. La importancia de este mecanismo de prevención y protección frente a crisis bancarias explica que todas las principales economías lo hayan implementado.

Tercer artículo: Douglas W. (1984). Diamond, Financial Intermediation and Delegated Monitoring, The Review of Economic Studies, 51(3), 393–414. Diamond señala la importancia de la evaluación de riesgos de los potenciales prestatarios como un pilar fundamental para evitar quiebras bancarias. La idea central es que todo el mundo que solicita un crédito bancario tiene un riesgo que el banco debe conocer pese a que esto le lleve a incurrir en costes de valoración de riesgos. Este coste se ve ampliamente compensado con las consecuencias que una crisis bancaria tendría en términos sociales y económicos. En definitiva, los bancos, en tanto que intermediarios financieros, reducen el coste de intermediación del ahorro en inversión productiva y facilitan la financiación de la economía. En un contexto de crisis bancaria el coste de intermediación aumenta con lo que disminuye la financiación de la economía y sus efectos solo pueden disiparse cuando se establecen formas más complejas de valoración de riesgos. Esto es lo que sucedió en los años 30 y también con la crisis financiera de 2008.

La vigencia de las ideas planteadas por estos autores está fuera de toda duda. Vamos a realizar un breve repaso de su aplicación en los últimos años.

  • Regulación y vulnerabilidad del sistema bancario. Esta relación normalmente no está acompasada. Hay que ser consciente de que la velocidad de la innovación financiera es superior a la de la capacidad regulatoria. La posibilidad de eludir la regulación es uno de los motores de la innovación financiera en el pasado, en el presente y lo será en el futuro como lo demuestra el hecho de que la quiebra de algunos bancos en la sombra (básicamente fondos de inversión, compañías de seguros y fondos de pensiones), que durante los primeros años 2000 realizaron una intensa actividad de intermediación bancaria, pero sin su regulación, está detrás del estallido de la crisis financiera de 2008.

La Unión Bancaria (UB) fue la respuesta dada por la Unión Europea en el momento de máxima vulnerabilidad financiera tras la crisis de 2008. La regulación que entrañó la puesta en marcha de la UB permitió restablecer la confianza en el sistema bancario y retornar a la senda del crecimiento económico en Europa. De hecho, el sector bancario ha podido desempeñar un papel determinante durante la pandemia, gracias a unas posiciones de capital y de liquidez más sólidas derivadas de la nueva regulación bancaria.

  • Vulnerabilidad y seguro de depósitos. Los Fondos de Garantía de Depósitos (FGD) son la red de seguridad de los sistemas financieros modernos. La necesidad de su existencia y sobre todo el fortalecimiento de su capacidad de actuación explica que en los primeros momentos de la crisis de 2008 las principales economías occidentales reforzaran automáticamente la cuantía de la garantía por depositante. En España esta garantía pasó de 20.000 euros a 100.000, como en la mayoría de los países europeos.

El seguro de depósitos tiene una enorme vigencia actual pues es el tercer pilar de la Unión Bancaria. Sin embargo, es el único de los tres que está sin implementar lo que aumenta la vulnerabilidad de las entidades bancarias europeas. Las discrepancias sobre el alcance del Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, sobre todo la oposición de Alemania y los países del norte de Europa, han supuesto un enorme freno a su desarrollo. Previsto para 2028, y con diez años de retraso, la UE contará con un fondo mutualizado que garantizará hasta 100.000 euros de los depósitos de los ahorradores en el caso de quiebra de una entidad bancaria en su territorio. Completar la Unión Bancaria será en la UE fundamental para reducir su vulnerabilidad.

  • Evaluación de riesgos y vulnerabilidades. Actualmente, esta idea tiene necesariamente dos enfoques. Por un lado, la necesidad de reforzar los mecanismos internos de detección de riesgo de crédito por parte de cada entidad bancaria y, por otro, la obligada potenciación de los mecanismos de supervisión del sistema crediticio ante la detección de vulnerabilidades. El primero corresponde al ámbito de la gestión de riesgos, concretamente a la gestión de riesgo de crédito que realizan las entidades bancarias que se ha convertido en un objetivo prioritario para cada entidad desde la crisis de 2008.

En el ámbito Europeo, el segundo corresponde al desarrollo en el seno de la UE al Mecanismo Único de Supervisión bancaria (MUS) en colaboración con las Autoridades Nacionales Competentes. En este sentido, el proceso de identificación de riesgos y establecimiento de prioridades es un mecanismo esencial para elaborar y formular la estrategia de la Supervisión Bancaria del BCE para los próximos años. En el cuadro siguiente podemos ver las prioridades supervisoras para 2022-2024 a partir de las vulnerabilidades identificadas en las entidades.

Sin duda un merecido premio para los tres tanto por el alcance como por la vigencia de sus investigaciones.

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