La siguiente entrada es un resumen del artículo «Corruption and international trade: a comprehensive analysis with gravity» publicado en Applied Economic Analysis (antigua Revista de Economía Aplicada), 27(9), pp. 3-20, por Salvador Gil Pareja, Rafael Llorca Vivero y José Antonio Martínez Serrano, de la Universitat de València
En este trabajo se estima el impacto de la corrupción en el ámbito del sector público sobre los flujos de comercio internacional a través de la metodología de la ecuación de gravedad y utilizando una base de datos amplia tanto por el periodo abarcado como por el número de países que incorpora.
La literatura establece esencialmente dos canales a través de los cuales la corrupción puede afectar a los flujos comerciales internacionales. Por una parte, el funcionamiento incorrecto del marco legal en el que tienen lugar las operaciones de este tipo afecta a la efectividad de los contratos generando incertidumbre y desincentivando las transacciones internacionales al incrementar el coste de las exportaciones, al igual que haría la imposición de un arancel. Por otra parte, si las barreras tanto arancelarias como no arancelarias son muy elevadas, los sobornos en frontera pueden actuar como catalizadores del comercio ya que servirían para superar estos obstáculos. En la terminología anglosajona este hecho se denomina “grease the wheels” y, desde el punto de vista teórico, es más probable que se produzca en entornos con ámbitos institucionales deficientes. Averiguar si el impacto de la corrupción sobre el comercio internacional es positivo o negativo es una cuestión empírica.
En este marco, las aportaciones de la investigación son diversas. Por un lado, la estimación se realiza a través de la técnica PPML (Poisson Pseudo Maximum Likelihood) incorporando efectos fijos de país y año y efectos fijos de par. De esta forma, se controla al mismo tiempo (algo que no ocurría hasta ahora) por prácticamente todas las fuentes de posibles sesgos: la heterogeneidad inobservable de los socios que comercian, la resistencia multilateral variante en el tiempo, la existencia de ceros en la variable dependiente y la heterosdecasticidad de los residuos. Esto conlleva la necesidad de introducir variables dicotómicas que se alteren durante el periodo considerado.
En nuestro caso, la corrupción se mide como la media geométrica del índice considerado para el par de países que comercia, lo que se toma como indicador de la corrupción promedio entre el exportador y el importador. Asimismo, se introduce en el modelo empírico una variable que contemple la distancia que separa a los socios comerciales respecto de esta variable institucional. Algunos autores argumentan que cuanto mayor sea esta distancia menor será el comercio entre los países.
Por otra parte, también supone una aportación relevante la consideración de una medida de la corrupción que se establece como alternativa a las tradicionales basadas en las percepciones de los expertos: Corruption Perception Index y Control of Corruption Index. Se trata de la que hemos denominado Structural Corruption Index (Dreher et al. 2007) que toma la corrupción como una variable latente que está conectada con sus causas y consecuencias. Esta medida superaría las deficiencias que presentan las fuentes anteriormente citadas y que se centran en no reflejar el estado contemporáneo de la corrupción por la inercia que incorporan y en estar especialmente sesgadas en el caso de los países menos desarrollados por venir influidas por otro tipo de variables (por ejemplo, la violencia).
Por último, en la estimación econométrica efectuada se analiza la influencia de la renta de los países (tanto del exportador como del importador) así como de la pertenencia de los mismos a un acuerdo regional de comercio en la relación entre corrupción y comercio. La influencia del entorno institucional (muy conectado con el grado de desarrollo) así como del cumplimiento de una normativa estricta en las relaciones comerciales internacionales en el efecto que el comportamiento corrupto pueda ejercer en los flujos de comercio justifica este análisis.
Los resultados obtenidos apuntan a un efecto negativo de la corrupción sobre el comercio internacional cuando se utilizan los índices tradicionales, si bien esta conclusión no se puede generalizar. Sin embargo, cuando se utiliza el índice estructural, las estimaciones sugieren el cumplimiento de la hipótesis “grease the wheels”, esto es, la corrupción impacta positivamente sobre el comercio internacional cuando en dicho comercio se ven implicados países de renta media y baja. Además, cuando se utiliza este índice, cuanto mayor es la diferencia entre países en los niveles de corrupción menores son sus flujos comerciales. No se obtiene evidencia de que la pertenencia a un acuerdo regional de comercio altere estas conclusiones.
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