En esta entrada del Blog comparamos la evolución reciente de la economía de Texas con otros Estados de EE.UU. (California e Illinois) y con otras economías industrializadas (Australia, Canadá y Japón).

Illinois es el ejemplo más claro de la decadencia de la industria tradicional norteamericana y comparte patrón de bajo crecimiento con el Rust Belt («cinturón del óxido»). El Rust Belt es una región de EE.UU. que engloba principalmente estados del área conocida como Medio Este así como algunas zonas del área del Atlántico Medio. Son los estados del norte desindustrializados repletos de blancos sin títulos universitarios que dieron el triunfo a Donald Trump. La principal actividad económica de la zona está relacionada con la industria pesada y con las manufacturas, especialmente el sector del automóvil. La crisis económica que sobrevino en estos sectores a finales de los años 70  y comienzos de los 80 dejó a varias ciudades de la región en una decadencia económica de la que todavía no se han recuperado.

Como se puede observar en el gráfico, el crecimiento del PIB real de Illinois (quinto Estado de EE.UU. por volumen de PIB) ha sido muy bajo. En concreto, la tasa de crecimiento anual acumulativa desde 2006 a 2017 de Illinois ha sido de tan sólo el 0,6% (muy parecida al 0,7% de Japón), y muy por debajo de la registrada por  el conjunto de EE.UU. (1,5%).

En el extremo opuesto destaca el espectacular crecimiento de Texas (segundo Estado de EE.UU. por volumen de PIB), impulsado por la producción de petróleo y gas (gracias al crecimiento del petróleo de esquisto y del gas de esquisto o shale oil/shale gas).

Texas registra una tasa de crecimiento anual acumulativa del 3%, muy por encima de otros productores de materias primas (como Australia y Canadá) y de California, primer Estado de EE.UU. por volumen de PIB y el segundo motor del crecimiento económico de EE.UU., impulsado en este caso por el boom de la tecnología.

Es muy probable que el fuerte crecimiento de Texas continue en las próximas décadas fundamentalmente por el aumento sostenido de la producción de petróleo y gas de esquisto a lo que se añade la innovadora industria de la biotecnología y la de las telecomunicaciones.

En el gráfico siguiente se muestra la producción de millones de barriles de petróleo y gas de los EE.UU. hasta el año 2040. Las cifras muestran como la producción de petróleo de esquisto y de gas de esquisto continuará imparable hasta 2040 sustituyendo a la producción tradicional. Con más detalle, la producción de petróleo y gas procedente de shale suponía en 2015 un 51% del total de la producción, mientras que hace una década este porcentaje sólo era del 7% en EE.UU. El shale ya supone la mayoría de la producción de crudo en EE.UU. y se prevé que siga ganando cuota en los próximos años. Y Texas será la mayor productora.

Finalmente, hay que recordar que el PIB de Texas en 2016 era superior al de España: 1,44 billones de euros frente a 1,11 billones de euros.

2 Comentarios

  1. Se comprende que el crecimiento de Texas se debe a la mejora tecnológica para la extracción de petróleo en fuentes alternativas. En todo caso, aunque tengan en previsión hasta 2040, tarde o temprano las zonas productoras de materia prima deben reconvertirse y esa reconversión es difícil. Veremos cómo Texas combina su explotación con sus manufacturas y servicios. Delicado equilibrio económico que merecería la pena estudiar con detenimiento.

  2. Hola, queria comentarles y advertirles de los ciudadanos José Manuel Alves Martin, Ana María Morales Requena y su hijo Adrián Alves Morales, de Asturias. Hacen fraudes varios, usan a su hijo como testaferro y su cuenta bancaria para hacer timos y fraudes variados, desde forex a otras empresas.

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