En economía decimos que un bien es inferior cuando al aumentar nuestros ingresos demandamos una menor cantidad de ese bien. Por ejemplo, realizar viajes largos en autobús es un bien inferior. Al aumentar nuestros ingresos, seguramente elegiremos modos de viajar más rápidos, como el avión, y viajaremos menos en autobús.

Un estudio reciente concluye que Internet también es un bien inferior. Los autores del estudio, Andre Boik, Shane Greenstein y Jeffrey Prince, han analizado los datos de consumo de Internet de 40.000 familias estadounidenses, en el año 2008 y en el año 2013. Los autores muestran que entre las familias que tienen Internet, las que cuentan con menos ingresos (menos de 15,000 dólares al año) pasan alrededor de dos horas más a la semana en Internet que las familias con más ingresos (más de 100,000 dólares al año).

¿Por qué las familias con menos ingresos pasan más tiempo en Internet? La respuesta, según este estudio, se encuentra en un concepto clave en economía: el coste de oportunidad. Las familias con más ingresos tienen más opciones para su tiempo libre que las familias con menos ingresos. Navegar por Internet supone, para las familias con más ingresos, sacrificar alternativas que resultan más atractivas y, por ello, destinan menos tiempo a navegar por la red.

El trabajo de Boik, Greenstein y Prince presenta, además, conclusiones muy interesantes sobre nuestro comportamiento en Internet. Los autores observan que nuestras visitas se suelen concentrar en pocas páginas; además, en la mayoría de los casos estas visitas suelen durar más de 10 minutos. Este comportamiento no se ha alterado entre los años 2008 y 2013. Lo que sí ha variado es qué tipo de contenidos consumimos en Internet. En el año 2008 la categoría más consumida era el chat. Para el año 2013 el peso de esta categoría era ya marginal. En cambio, se observa un aumento muy importante en el tiempo que se dedica a las redes sociales y al consumo de videos. El consumo de noticias también se reduce entre 2008 y 2013. Esto se explica porque las redes sociales, como Twitter, ofrecen una vía alternativa para acceder a estos contenidos. El estudio muestra también que las familias con más ingresos dedican más tiempo a categorías como servicios educativos, noticias, juegos on-line y vídeos. En cambio, el consumo de categorías como el chat, las redes sociales o la pornografía no parece tener relación con los ingresos de las familias.

Internet es el icono de las nuevas tecnologías y el ingrediente básico de las sociedades híper-conectadas. En las últimas dos décadas hemos pasado de no tener Internet a pasar mucho tiempo enganchados a la red. Sin embargo, Internet no es diferente al resto de los bienes; si tenemos alternativas más atractivas apagaremos el ordenador. En todo caso, espero lo hagan una vez que hayan leído este post.

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