En un post anterior mostraba que China es, desde abril de 2022, el primer suministrador de bienes a España. En este post voy a analizar qué productos importamos de China.

Para realizar este análisis voy a utilizar las estadísticas de comercio exterior que elabora la Agencia Tributaria para el periodo septiembre 2022-agosto 2023, los últimos doce meses para los que disponemos de datos. La Agencia Tributaria utiliza la Nomenclatura Combinada para clasificar los productos. En su versión de 2023, esta clasificación distingue 9.755 productos. Entre septiembre de 2022 y agosto de 2023, España importó 6.421 productos distintos de China (casi dos tercios de todos los incluidos en la clasificación) por un valor de 47.272 millones de euros.

El gráfico muestra los cinco productos más importados por España de China. El producto más importado fueron los paneles solares, que representan el 5,7% del total de importaciones de China en el periodo analizado. En segundo lugar, se encuentran los coches eléctricos, con un 5,6% del total. La tercera posición la ocupan las baterías de litio, con un 4,1%. En cuarto lugar, están los teléfonos inteligentes (3,1%) y en quinto lugar los ordenadores portátiles (2,6%).

Productos importados por España de China (septiembre 2023-agosto 2023)

Fuente: Elaboración del autor a partir de los datos de la Agencia Tributaria.

 

Es muy interesante observar que los tres productos más importados por España de China están estrechamente relacionados con la transición ecológica, uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta tanto la economía española como la mundial. En primer lugar, los paneles solares son una pieza clave para explotar una de las fuentes de energía renovable más importantes: la solar. En segundo lugar, los coches eléctricos son un elemento imprescindible para que se reduzca la emisión de gases de efecto invernadero en el sector del transporte por carretera. En este sentido, debemos resaltar el éxito de ventas que están teniendo algunos coches eléctricos fabricados en China entre los clientes españoles. Finalmente, las baterías de litio permiten acumular y transmitir la energía para hacer funcionar cualquier dispositivo o aparato eléctrico, entre los que se encuentran los coches eléctricos.

Podemos realizar diferentes lecturas sobre los datos mostrados en el gráfico. Por una parte, podemos señalar que los precios competitivos que ofrecen las empresas chinas permiten que la transición ecológica pueda ser más rápida. Por ejemplo, si se reduce el precio de las placas solares las empresas y los particulares necesitan menos tiempo para recuperar su inversión inicial, fomentando así la transición hacia la energía solar. Sin embargo, por otra parte, los datos sugieren que España depende demasiado de China para acceder a productos que son clave para la transición ecológica. Por ejemplo, el 86% del total de paneles solares importados por España proceden de China, el 74% de las baterías de litio, y el 57% de los coches eléctricos. Asimismo, se acusa a las empresas chinas de que su competitividad está basada en prácticas comerciales ilegales, como las subvenciones gubernamentales, que generan una competencia desleal con los productos europeos. Nos encontramos, por tanto, ante un difícil equilibrio entre la necesidad de acelerar la transición ecológica sin que ello resulte en una excesiva dependencia de rivales estratégicos que, además, pueden ser una amenaza para la industria “verde” local.

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