Desde el comienzo dela Unión Económicay Monetaria (UEM), el tipo de cambio euro/dólar ha fluctuado considerablemente. Las subidas y bajadas del tipo de cambio han coincidido con diferentes diferenciales de tipos de interés entre los Estados Unidos de América (UEA) yla UEM.
Los tipos de interés han sido considerados factores determinantes de los movimientos cambiarios a pesar del fracaso empírico de la paridad descubierta de tipos de interés (UIP). Sin embargo, en la mayoría de los casos, los contrastes dela UIP se han basado en tipos de interés a corto plazo. En los últimos años, existe una creciente evidencia que apoya la existencia de una relación fundamental relativamente fuerte entre los tipos de interés a largo plazo y los tipos de cambio.
Los resultados divergentes podrían estar relacionados con el hecho de que los movimientos en los tipos de interés a corto plazo son, en gran parte, un reflejo del impacto de las medidas de política monetaria, mientras que los cambios en los tipos de interés a largo plazo reflejan también el crecimiento a largo plazo y las expectativas de inflación.
De hecho, la reciente tendencia alcista del euro frente al dólar (pudiendo alcanzar la cotización de 1,50-1,55 dólares por euro en un futuro cercano), vendría explicado, en gran medida, por el diferencial de tipos de tipos de interés a corte plazo entrela UEMy los EUA, máxime cuando las autoridades monetarias a ambos lados del Atlántico han adoptado estrategias completamente diferentes sobre las subidas de tipos de interés en su lucha contra las tensiones inflacionistas.
Sin embargo, la mejor posición fiscal relativa de la UEM frente a los EUA en el contexto de las tensiones en la deuda soberana, podría desempeñar también un papel determinante.
En un trabajo reciente que Maria del Carmen Ramos Herrera y yo hemos realizado (The US dollar-euro exchange rate and US-EMU bond yield differentials: a causality analysis) tratamos de ofrecer evidencia empírica sobre esta relación. Para ello, aplicamos técnicas de series temporales para determinar la existencia de relaciones de causalidad en el sentido de Granger entre el diferencial de los tipos de interés a largo plazo basados en rendimientos de la deuda soberana y el tipo de cambio entre loa EUA yla UEMy el tipo de cambio dólar estadounidense/euro. Nuestros resultados sugieren la existencia de una única relación de causalidad desde el diferencial al tipo de cambio, por lo que posibles tensiones en los mercados de deuda podrían afectar la volatilidad cambiaria, pero no al revés.
Dado que la crisis de la deuda soberana en la UEM parece evolucionar hacia un periodo caracterizado por tensiones centradas únicamente en los países que han solicitado rescate (Grecia, Irlanda y Portugal), sin que se generalicen a otros Estados miembros, se reduce su impacto negativo sobre la evolución del tipo de cambio. En este sentido, resulta altamente improbable una reestructuración de la deuda griega en el corto o medio plazo, lo que limita el riesgo de un contagio en el medio plazo hacia otras economías endeudadas como la española, la italiana o la belga, que harían revertir la tendencia detectada respecto al dólar. En cualquier caso, para evitar sorpresas, se deberían redoblare esfuerzos en los planes de austeridad y reformas estructurales.