El pasado mes de junio, Donald Trump, en el anuncio de su candidatura para las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, declaraba que México enviaba drogas y violadores a través de la frontera. Para frenar este envío, Trump proponía levantar un muro entre México y Estados Unidos; además, sugería que este muro lo pagase el gobierno mexicano. Con estas declaraciones, Donald Trump ponía voz a una corriente de opinión bastante extendida entre la población estadounidense, y también europea, que relaciona la inmigración, especialmente si es ilegal, con el aumento de la criminalidad. ¿Es válida esta relación?

En economía, como hemos comentado en post anteriores, no es fácil establecer una relación causal entre dos variables. Por ejemplo, si en un barrio se produce un aumento de la criminalidad, los precios de las viviendas caen, lo cual atrae a una mayor población de inmigrantes, que normalmente tienen una menor renta que los nativos. En este caso observaremos una correlación positiva entre el número de inmigrantes y el crimen; no obstante, el mayor número de inmigrantes no es la causa del aumento del crimen, sino la consecuencia. Para establecer una causalidad necesitamos analizar situaciones en las que el aumento de inmigrantes haya sido inesperado; estas situaciones se denominan experimentos naturales.

Brian Bell, profesor de la Universidad de Oxford, ha resumido en este documento las conclusiones de estudios recientes que utilizan experimentos naturales para determinar si existe una relación causal entre la inmigración y la criminalidad. Las conclusiones son que no hay relación entre la inmigración y los crimines violentos, y solamente existe una relación muy débil entre la inmigración y los crímenes contra la propiedad. Una conclusión muy importante de estos estudios es que se produce una reducción muy importante en la actividad criminal de los inmigrantes si se regulariza su situación. Si los inmigrantes pueden residir de forma legal en un país es mucho más probable que obtengan un empleo y, por tanto, tendrán menos incentivos de obtener ingresos a través de la actividad criminal.

Por tanto, si el objetivo es reducir la criminalidad en Estados Unidos, más que levantar muros en la frontera, parece mucho más efectivo regularizar la situación de muchos mexicanos que todavía residen de forma ilegal en este país.

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