Tanto al resto de compañeros de ALdE como a mí nos gustaría sumarnos al reconocimiento general a Luis Toharia, tras su fallecimiento el pasado viernes. Pocas veces ese reconocimiento habrá sido tan merecido, pues Luis aunaba muchas virtudes tanto en el plano personal como el profesional (puede encontrarse una breve síntesis de sus aportaciones al desarrollo de la economía laboral en España en esta entrada, con ocasión de la concesión de la Medalla al Mérito en el Trabajo). Como consideramos que difícilmente podría haber mejor homenaje que aquel de quienes mejor le conocían y más le apreciaban, reproducimos a continuación el obituario escrito para Luis por algunos de sus discípulos y amigos (a los que aprovechamos para expresar aquí nuestro agradecimiento por habernos permitido su publicación) y publicado en El País y la página web de la Asociación Española de Economía del Trabajo .
Obituario de Luis Toharia Cortés
Luis, nuestro compañero, amigo y maestro, falleció el viernes 3 de febrero, unos días después de cumplir 61 años, tras luchar con una entereza y un ánimo encomiables contra la enfermedad durante dos años y medio. Referirse a Luis Toharia es hablar de la Economía Laboral en España, puesto que desde hace tres décadas ha ejercido una profunda influencia en la investigación sobre este ámbito del conocimiento a través de sus aportaciones académicas, su participación en tareas de asesoría a diferentes Administraciones Públicas, la formación de investigadores y el impulso de actividades para facilitar el encuentro y la interacción de los investigadores españoles en temas laborales.
Luis Toharia ha tenido una carrera investigadora y docente larga y fecunda. Se licenció en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid en 1973 y obtuvo el título de Doctor (Ph.D.) en Economía por el Massachusetts Institute of Technology (M.I.T.) en 1979. Desde 1981 ejerció su labor docente e investigadora en exclusividad desde la Universidad de Alcalá, donde muchas promociones de estudiantes de Economía le recuerdan como un profesor excelente, al que, además, podían acudir para solicitar ayuda en sus estudios o, después, durante el desarrollo de su carrera profesional.
Su investigación ha estado siempre centrada en temas de gran relevancia y calado social, sin descuidar nunca el rigor y un tratamiento respetuoso y profundo de los datos que distingue especialmente sus trabajos. Ha dejado su impronta en muchas áreas, influyendo en diferentes momentos en la elaboración de las políticas laborales y sociales. Posiblemente por haber influido sobre los propios datos con los que investigadores y analistas estudian el mercado de trabajo, su aportación de mayor calado tiene que ver con su análisis continuado desde principios de la década de los ochenta de la medición del empleo y del desempleo. Sus trabajos sobre la calidad de los datos de la Encuesta de Población Activa y la comprensión profunda que ha aportado de la información contenida en los datos administrativos de demandantes de empleo y del paro registrado, han supuesto avances cruciales en el conocimiento y la comprensión de la realidad laboral española. Organismos como el Instituto Nacional de Estadística, el Servicio Público de Empleo Estatal y el Ministerio de Trabajo son deudores de Luis en muchas de las mejoras de sus estadísticas laborales de los últimos años.
A lo largo de los años también demostró su extraordinaria generosidad académica formando a varias generaciones de economistas dedicados al estudio del mercado de trabajo, dirigiendo muchas tesis doctorales, constituyendo un equipo de investigadores en la Universidad de Alcalá y colaborando con numerosos colegas en otras universidades, con los que ha desarrollado líneas de investigación de gran relevancia. Su capacidad para formar nuevos especialistas se ha complementado con la creación de espacios para la discusión y la colaboración de los especialistas en Economía Laboral. En este sentido cabe destacar que promovió directa y personalmente la creación y puesta en marcha de las Jornadas de Economía Laboral a partir de 1995 y la creación de la Asociación Española de Economía del Trabajo en el año 2005.
En definitiva, su intensa carrera muestra una calidad profesional y humana realmente inusual. Sus aportaciones han sido fundamentales para el lanzamiento, la consolidación y el desarrollo de los estudios sobre el mercado de trabajo español, y para la transferencia de este conocimiento a otros campos de las ciencias sociales, como el Derecho del Trabajo o la Sociología, a la sociedad española y a los responsables de las políticas de empleo en nuestro país. Su honestidad intelectual, su amable magisterio y su generosidad le convierten en una figura clave que será referencia obligada para las nuevas generaciones de investigadores laborales en España.
Carlos García Serrano, Juan Francisco Jimeno, Miguel Ángel Malo Ocaña y José Ignacio Pérez Infante.
Luis ha sido un regalo para quienes hemos disfrutado de su magisterio. Y este magisterio ha sido “integral”: nos enseñó mucha, mucha economía laboral, pero por encima de todo, valores esenciales. Alguien hablaba en otro foro sobre el estilo Toharia. Y es verdad, existe tal estilo, y se caracteriza por el respeto intelectual, por el rigor en el uso de la información, por la expresión clara y sencilla que integre al mayor número de lectores, por el diálogo con otras ciencias sociales y con los agentes sociales, desde la humildad… y (aunque suene cursi) el amor. De forma espontánea y natural, casi sin pretenderlo, Luis hacía equipo, hacía comunidad. Sentó las bases para las Jornadas de Economía del Trabajo y la Asociación Española de Economía del trabajo. Era un punto de conexión de lo académico con la Administración, hablaba con todos, ayudaba a todos. Era el centro de nuestra red. Y nos ha dejado esa red. Es quizá su mayor legado. Ahora toca cuidarla.
Luis tenía muchas virtudes. Una de ellas era que trabajar con él o tratarle al margen del trabajo era siempre agradable, divertido, estimulante y provechoso. Por eso tenía tantos amigos de verdad. Nunca dudaba cuando se trataba de prestar ayuda o consejo, en especial, a los jóvenes investigadores cuando éstos más lo necesitaban. Era sabio, cariñoso, respetuoso, integrador pero, sobre todo, como dijo el poeta, era «en el buen sentido de la palabra, bueno». Tratemos de imitarle.
Queridos amigos/as, no puedo aportar nada más a todo lo que ya habéis expresado de forma excelente sobre Luis, sólo dejar constancia de mi cariño y tristeza por su pérdida. Creo que su estilo perdurará, más que nunca, tanto en la Asociación como en la Jornadas. Sólo tenemos que seguir sus pasos.
Luis deja un gran hueco entre nosotros, tanto en lo profesional como en lo personal. En lo profesional, su buen saber hacer, su cuidado de los detalles en el tratamiento de los datos, eran parte de ese particular «estilo Toharia» de hacer Economía Laboral. En lo personal, su compañía, su alegría, su manera de compartir todas las cosas siempre han sido para mí una referencia y una lección de vida.
Estudiar Economía Laboral e intentar comprender el funcionamiento del mercado de trabajo español es impensable sin estudiar previamente las numerosas e importantes aportaciones de Luis Toharia a la investigación en economía laboral en España. Seguiremos releyendo sus artículos y estudios sobre el mercado de trabajo y utilizando en nuestras clases los manuales de teoría económica traducidos y adaptados por Esther Rabasco y Luis Toharia. Un abrazo muy muy fuerte para su familia y para todos sus compañeros y amigos de la Universidad de Alcalá y todos los que han tenido el privilegio de trabajar con él.
Luis es un ejemplo a seguir, en lo académico y en lo personal. Hemos aprendido mucho de economía laboral escuchándole y leyendo sus publicaciones. Y, como han señalado varias personas, su estilo ha calado hondo. Un abrazo para su familia y para sus compañeros de la Universidad de Alcalá.
Luis era una persona que generaba respeto, afecto y admiración en todos aquellos que le conocían, incluso en los que con él discrepaban. Practicaba e inoculaba una manera de ejercer la economía honesta y era un ser humano que estaba siempre al «servicio de», no había nadie académica ni personalmente más generoso. Son de todos conocidas sus valiosas aportaciones a la Economía Laboral en nuestro país y la utilidad práctica de algunas de ellas para realizar mediciones en la sociedad en la que vivimos. Varias generaciones tenemos a gala haber disfrutado de sus intervenciones en nuestras tesis doctorales y, en una ocasión, en unas jornadas, y en una mesa de casi 20 personas, solo una dijo no haberle tenido en su tribunal lo que generó que todas nuestras miradas se clavaran en él. Y como todos los grandes maestros ha dejado una magnífica escuela. Estará siempre en nuestro recuerdo.
Luis Toharia fue para muchos técnicos de la Administración Pública del ámbito del empleo un referente académico . Éste es nuestro caso, Luis nos ayudó a construir un ámbito de análisis y prospectiva del mercado de trabajo al servicio de la planificación de las políticas activas de empleo desde el Servei d’Ocupació de Catalunya. Nos gusta resaltar no sólo su faceta académica tan bien explicitada en todos los comentarios de amigos y profesionales sino también su talante humanista. Siendo una de las personas más sabias que hemos conocido se presentaba siempre de manera modesta y amable, escuchando las aportaciones de los demás en cualquiera de las reuniones que hemos compartido, cuando era él el que más nos podía enseñar. También nos impactó su entereza una vez declarada su enfermedad. En resumen sabio, bueno, valiente, modesto, alguien a quien encontraremos a faltar.
Querido Luis.
Ojalá estuvieses aquí. A tí te escribo este comentario. Porque tuvimos una relación corta pero intensa. Gracias por dejarme trabajar a tu lado, en la silla de Eli. Apenas estuve dos meses en Alcalá y encima fue cuando estaba empezando la tesis… egoístamente pienso que ahora que sé un poquito más, sólo un poquito, tendría tantas cosas que preguntarte… Cuando te pusiste malo sólo me atreví a escribirte un email en el que te decía que siempre estabas en mis pensamientos, y que ojalá te recuperases pronto! A pesar de tu enfermedad, hace un año exactamente me escribiste un email felicitándome por la tesis. Yo me quedo con el Luis detallista.
Yo le conocí en el plano personal menos que la mayoría de vosotros, aunque siempre me pareció una gran persona y de enorme humanidad. De todas formas, oyendo como hablaban de él personas como Eli, no tengo duda que esto era cierto. En el ámbito profesional, solamente puedo decir que ha estado siempre presente en mi vida académica. Comenzando por los manuales de teoría económica que tradujo y, por supuesto, con sus investigaciones en Economía Laboral. Creo que el estilo, del que ya se ha hablado, así como su gran obra científica (en todos los aspectos) le harán trascender en el tiempo y siempre estará en nuestra memoria. Ésta es una forma de inmortalidad.
Hoy, apenada por la muerte de Luis Toharia, he recordado que fue él quien me dio mi primera clase de Teoría Económica, en el año 1986, y mi última clase de Economía Laboral en los cursos de Doctorado. Mi paso por la Universidad de Alcalá comenzó y finalizó con él: una mera casualidad que ha marcado mi vida profesional.
Es indiscutible su aportación académica pero más aún su dimensión humana: su forma de compartir, de escuchar, de ayudar,…
Me gustaría escribir estas palabras en nombre de los cientos de alumnos/as que hemos pasado por sus aulas y que recientemente no teníamos relación con él, pero para los que Luis es un ejemplo de honestidad y generosidad que nos acompañará siempre, un referente profesional y personal común en los puestos y lugares más dispares.
[…] al desarrollo de la Economía Laboral en nuestro país (véanse más detalles en estas dos entradas previas en el blog), el mismo incluirá un acto in memoriam y la presentación de un libro de […]