La reciente escalada de los precios internacionales de los alimentos y de las materias primas energéticas y no energéticas amenazan el crecimiento de la economía mundial, anticipan subidas de las tasas de inflación a corto plazo y generan expectativas de incrementos de los tipos de interés de intervención de la política monetaria de los bancos centrales y, en última instancia, del resto de tipos de interés nominales (interbancarios, de la deuda pública y de las operaciones activas de las entidades de crédito).

Los precios internacionales de los alimentos

Desde mediados de 2009 estamos asistiendo a una subida récord de los precios de los alimentos a nivel internacional (superando los niveles máximos alcanzados en 2008) que se está trasladando a las expectativas inflacionarias de varios países asiáticos emergentes, incluida India y China, y podría convertirse en un nuevo obstáculo de la recuperación económica global.

Los bancos centrales de los países emergentes asiáticos se encuentran ante un dilema: i)  endurecer sus políticas monetarias con subidas de los tipos de interés de intervención para frenar las expectativas inflacionarias (y evitar que la aceleración de los precios de los alimentos se traslade a la inflación subyacente), aún a costa de atraer flujos de capital internacional especulativo (en un momento en que las tipos en los países avanzados están cercanos a cero) y provocar una apreciación nominal de sus monedas y, en última instancia, generar otro aumento de las expectativas inflacionarias; ii) no hacer nada y generar tensiones inflacionarias por la subida de los precios de los alimentos y, en última instancia, provocar una caída del consumo privado y una ralentización económica. Y si se el proceso se alarga en el tiempo, la escalada de los precios de los alimentos y de la tasa de inflación puede llevar a tensiones sociales y políticas como las registradas recientemente en varios países del Magreb, Bolivia, Haití y Egipto, entre otros.

Los mayores precios de los alimentos también están teniendo un cierto impacto en las tasas de inflación de las economías avanzadas, pero este impacto es más limitado por la baja proporción que los alimentos representan en el gasto total de los hogares y en los índices de precios al consumo. Y con las economías avanzadas aún sufriendo un crecimiento irregular y débil, hay pocas probabilidades de que el aumento en los precios de los alimentos lleve a fuertes tensiones inflacionarias.

Los factores que han desencadenado este aumento brusco de los precios de los alimentos son diversos. Por un lado, las condiciones climáticas desfavorables en los países productores, como las sequías en América del Sur y Rusia, las más bajas temperaturas relativas registradas en el hemisferio norte o las inundaciones sufridas en Australia, Canadá e India, han reducido los rendimientos de las cosechas, lo que ha conducido a una escasez de alimentos a nivel mundial. Además, las sequías de Argentina y Brasil, los dos mayores productores de maíz y soja después de EE.UU., y el mayor crecimiento económico de los países emergentes, han hecho el resto.

Por otro lado, el crecimiento económico de China ha impulsado notablemente la demanda de azúcar y soja. Además, en los países avanzados, las reservas de cereales se espera que caigan a corto plazo un 25% para mantener constantes los niveles de consumo interno. Ambos factores han incidido también en el aumento de los precios de los alimentos a nivel global.

En el primer gráfico (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se representa la senda temporal de 1990 a enero de 2011 del índice de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para los precios de los alimentos (FFPI)  que es una medida de la variación mensual de los precios internacionales de una cesta de productos alimenticios. Este índice es la media de los índices de cinco grupos de productos básicos, ponderado con las cuotas medias de exportación de cada uno de los grupos para 2002-2004. El índice de los precios de los alimentos en términos reales es el índice de precios nominales corregido por el Indice de Valor Unitario de las Manufacturas (IVUM) del Banco Mundial.

El índice de la FAO para los precios de los alimentos ha aumentado de 2009 a 2010 un 18% en términos nominales y un 17,2% en términos reales. Si ampliamos el horizonte temporal podemos observar que ambos índices llevan creciendo sin pausa desde el año 2000 hasta 2010, si exceptuamos la caída de 2009 respecto a 2008 en plena crisis financiera internacional. De hecho, el aumento acumulado de los precios internacionales de los alimentos en el periodo 2000-2010 ha sido de un 105,2% en términos nominales y un 70,2% en términos reales.

En el segundo gráfico se representa la senda temporal de los índices FAO nominales para los precios internacionales de la carne, los productos lácteos, los cereales, los aceites y grasas y el azúcar.  Por un lado, para el periodo 2000-2010 encabeza el ranking de subidas de precios el aceite (184,5%), seguido del azúcar (160,2%), los cereales (116%) y los productos lácteos (110%). Y presenta un aumento mucho más moderado el aumento de los precios de la carne, que subió un 58,8%.

Por otro lado, en la escalada reciente de los precios entre 2009 y 2010, destaca a mucha distancia el aumento de los precios de los productos lácteos, con una subida del 41,6% anual.  A continuación, se sitúan los aumentos interanuales del 28,6%, del 17,3% y del 14,4% de los precios internacionales de los aceites y grasas, el azúcar y la carne, respectivamente. Finalmente, el comportamiento más moderado corresponde al aumento de los precios de los cereales con  un 14,4% de subida interanual.

Los precios internacionales de las materias primas

Existe otro factor que puede incidir en la misma dirección sobre las expectativas inflacionarias y las tasas de inflación, lo que podría desembocar a medio plazo en un endurecimiento de las políticas monetarias y en subidas de las tasas de interés de intervención de los bancos centrales, tanto en los países emergentes como en los países avanzados. Nos estamos refiriendo al aumento de los precios internacionales de las materias primas energéticas y no energéticas.

En el tercer gráfico (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se presenta la evolución temporal de enero 1991 a enero de 2011 de tres de los principales índices de precios internacionales de las materias primas elaborados por el Fondo Monetario Internacional:

  • El índice de precios del petróleo crudo que recoge la evolución media de los precios al contado o spot de los tres principales tipos de petróleo: el Data Brent, el West Texas Intermediate y el Dubai Fateh.
  • El índice de precios de los metales que incluye los precios del cobre, aluminio, mineral de hierro, estaño, níquel, zinc, plomo y uranio.
  • El índice de las materias primas agrícolas que incluye los precios de la madera, algodón, lana, caucho y cueros.

Los aumentos continuados de los tres índices desde 2004 -fundamentalmente de los dos primeros- se truncaron bruscamente con el inicio de la crisis económica de 2008. Pero la escalada volvió con intensidad desde mediados de 2009 coincidiendo con la recuperación de la economía mundial, fundamentalmente de los países emergentes asiáticos, liderados por las economías de la India y de China. Con más detalle, desde enero de 2009 a enero de 2011, el índice de precios del petróleo crudo, el índice de precios de los metales y el índice de las materias primas agrícolas han aumentado un 111,1%, 82,1% y 151,7%, respectivamente.

En el último gráfico se representa la evolución más reciente (enero 2007 a enero 2011) del precio en dólares por barril del petróleo Dated Brent, precio de referencia en Europa. El Data Brent es el contrato de petróleo del mercado físico, donde se intercambian barriles reales de crudo, a diferencia de las transacciones financieras registradas por InternationalExchange, Inc, donde cotiza el contrato de futuros Brent. Los contratos del Data Brent son para carga inmediata, habitualmente a quince días vista.

Como se puede ver en el gráfico el aumento del precio del petróleo Dated Brent se ha acelerado desde el inicio de las revueltas en algunos países árabes. En concreto, el precio ha aumentado desde comienzos de año y hasta el 22 de febrero un 11,9%, hasta alcanzar un precio de 106,37 dólares el barril.

En relación a este tema, Jean-Claude Trichet – Gobernador del Banco Central Europeo – ha advertido en la rueda de prensa posterior a la reunión de hoy del organismo que no se descarta una subida de los tipos de interés de intervención en abril si persiste la escalada de los precios internacionales de las materias primas (en especial de los precios de las materias primas energéticas), y estos aumentos de precios continúan trasladándose a la tasa de inflación de la Eurozona.

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