A propósito de la nueva reforma de la PAC planteada hace algunos unos meses, le hemos pedido a la profesora Josefa García Grande, de la Universidad de Alcalá de Henares, que nos introduzca brevemente en los principales aspectos del debate, y nos ha enviado esta esclarecedora entrada que le agradecemos.

Desde hace casi treinta años, la Unión Europea viene reformando la que fue, hasta finales de la década de 1990,  su política más señera, la más amplia, la más compleja y controvertida, la más “común” y la que ha contribuido, tal vez como ninguna otra, a construir Europa: la Política Agraria Común (la política monetaria está por ver si construye o decostruye Europa).

Si en el mundo financiero los sobresaltos son diarios, con reuniones de los líderes europeos semana si y semana también (bilateral, trilateral o multilateralmente…….hagan combinaciones y permutaciones de los elementos que consideren pertinentes) para comunicarnos a los sufridores ciudadanos qué mal van las cosas, las soluciones que proponen, pero no disponen, y vuelta a reunirse para empezar la rueda de soluciones “definitivas”, en el sector agrario sus actores  tienen ya mucha experiencia en lo que es reformar, para volver a reformar, eso si, de forma un poquito más espaciada: más o menos cada 4-6 años toca una reforma en “profundidad” de la PAC.

La dinámica de esas reformas suele ser, de forma muy sintética,  la siguiente: la Comisión anuncia  que circunstancias (diversas) aconsejan reformar la política agraria, y a partir de ahí se elaboran por su parte, por parte del Parlamento, los Estados Miembros, las instituciones y distintos especialistas documentos de reflexión. La Comisión hace su propuesta tomando como base esos documentos; a continuación se presenta al Consejo y finalmente se aprueba  por los ministros o, si la cosa se pone complicada, por los Jefes de Estado o Gobierno de los 27 (la que ahora está en curso será la primera que deberá ser  aprobada también  por el Parlamento Europeo). Entre la propuesta de la Comisión y la reforma que finalmente sale adelante, suele haber diferencias sustanciales.

El pasado verano la Comisión presentó una Comunicación al Parlamento en la que se marcaban objetivos y líneas directrices, muy generales, sobre la nueva reforma de la PAC,  y el 12 de octubre hizo pública su Propuesta. A partir de ahí se inicia ahora un periodo de negociaciones que debería culminar a finales de 2012.

¿Y qué novedades presenta la reforma? Repasemos algunos de sus aspectos más importantes; revisarlos todos requeriría de un espacio impropio de este formato y cansaría innecesariamente al lector.

Dice la Comisión que uno de los objetivos de la reforma es contribuir a la renta agrícola. En el artículo 39 de la redacción primitiva del Tratado de Roma se decía, hace ya más de medio siglo,  que uno de los objetivos de la PAC era proporcionar un nivel de vida equitativo a la población rural, y  en la reforma de 1999, enmarcada en  la Agenda 2000, que su propósito era asegurar un nivel de vida adecuado a la población del medio rural.  Pues bien, como se ve,  el objetivo es reiterativo, no hay nada de nuevo en esta reforma. Y si esto es así, sin duda, se debe a que la PAC ha sido incapaz de alcanzar lo que debía haber sido una de sus prioridades (la renta media de la población rural es, actualmente, la mitad de la del resto de la población  y la de los agricultores un 40%).

Es una reivindicación histórica del sector que las ayudas de la PAC  lleguen sólo a los “agricultores”. Se han ido definiendo diversas figuras al respecto: los ATP (Agricultores a Título Principal), Agricultores Profesionales y ahora llega la figura de Agricultor Activo ¿Y a quién se considera agricultor activo? Pues a aquel “cuyas rentas agrarias representen, al menos,  el 5% de los ingresos totales de todas las actividades no agrícolas”. Es decir, casi todo el que tenga un huerto en su pueblo es considerado como agricultor ¿Algo nuevo respecto hace treinta años? Nada. Las ayudas seguirán llegando prácticamente a los de siempre.

También se ha solicitado reiteradamente por profesionales, académicos y organizaciones agrarias que las ayudas de Bruselas se modulen de tal forma que un  “agricultor” no pueda recibir, como ahora ocurre, por ejemplo con una popular “casa de la nobleza española” algo más de 3.000.000 de euros en subvenciones, aunque sea perfectamente legal  (si eso parece un disparate  ¿Qué opinión merece que la reina de Inglaterra cobre subvención por los cisnes que graciosamente nadan en el Reino Unido?). Pues bien, se propone ahora una reducción en las ayudas de aquellas explotaciones que reciban más de 150.000 euros y un límite a la subvención por perceptor de 300.000 euros. En 1999, en la minireforma que se propuso ese año, ya se pretendió establecer ese límite, pero algo más de dos lustros después, se sigue sin aplicar esa modulación, sino otra tan descafeinada, que no vale la pena mencionar ¿Algo nuevo en la reforma?………nada reseñable.

Qué más hay en la propuesta de la Comisión: potenciar la competitividad, ayudas a las zonas frágiles o con limitaciones especiales, simplificar la gestión de esta política, ayudas agroambientales, estímulo al empleo e instalación de jóvenes agricultores…………..hay que insistir…………… mismos perros con distintos collares.

Si podría entenderse como una novedad la mención que se hace sobre la necesidad de  acortar y mejorar la cadena de distribución (absolutamente necesario) y sobre  crear instrumentos ágiles de gestión de  crisis; eso si, para que estos entren en funcionamiento se necesitará la codecisión de Comisión y Parlamento; dicho en otras palabras, para cuando se pongan en marcha, la crisis hará tiempo que estará superada.

También hay una novedad significativa sobre los que se ha denominado  greening, de tal forma que el 30% del Pago Básico (hasta ahora se llamaba Pago Único) sólo se cobrará si se cumple con alguna de las siguientes condiciones: que se practique la diversificación de cultivos (al menos tres por explotación; viva la especialización!!!!), se mantengan áreas forestales o áreas de interés ecológico; entre estas últimas se encuentran los setos (si, si, han leído bien………pero lean entre líneas y piensen de nuevo en el Reino Unido).

Y en España, ¿cómo se ha reaccionado ante esta propuesta? Pues, aparte de  tarde, todos a una…….defendiendo el Pago Básico/Único sobre la base de derechos históricos, es decir, tal y como está establecido en la actualidad.  Repasen las hemerotecas, las revistas especializadas, los documentos oficiales y verán que cosas (y con razón) se decían tras la reforma de 1992, 1999, 2003 contra la forma de calcular ese Pago Único (teniendo en cuenta rendimientos ó ayudas históricas que perjudicaban notablemente a España),  y si entienden ahora esa defensa ministerial, autonómica  y de las organizaciones agrarias del Pago Básico sobre la base de derechos históricos, por favor, contacten conmigo.

En definitiva, esta reforma se negociará sobre la base de intereses nacionales cortoplacistas, mirando lo que se gana/pierde en términos presupuestarios, pero sin ninguna visión de largo plazo, sin una verdadera hoja de ruta ni estrategia nacional (europea)  que potencie un sector competitivo y que vaya un poco más allá de 2020 cuando ya se habrá aprobado otra nuevieja reforma. Lo dicho, nada nuevo……..,viejo.

1 Comentario

  1. e heart would break.” by Erich Fromm.|”There is plenty of courage among us for the abstract, but not for the concrete.” by Hellen Keller.|”Though I am not naturally honest, I am so sometimes by chance.” by William She;aspeare.|&#8221kThe world is wide, and I will not waste my life in friction when it could be turned into momentum.” by Frances Willard.|

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