Las Estadísticas de Comercio Exterior, elaboradas por el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, permiten analizar con detalle la evolución del comercio y su desagregación por sectores y países. Sin embargo, no permiten responder a sencillas preguntas acerca del tipo de empresas que están detrás de ese crecimiento exportador. En particular, ¿son las empresas pequeñas o las más grandes las que lo explican? Me refiero aquí al crecimiento relativo de las exportaciones en cada grupo de empresas, y no a la contribución al crecimiento agregado, pues sin duda la extraordinaria concentración de los flujos de exportación en torno a un pequeño grupo de grandes empresas hace relativamente sencilla la respuesta.  

Los datos de avance de la Encuesta Sobre Estrategias Empresariales correspondientes a 2010, elaborado con unas 1300 empresas manufactureras, permiten observar algunos hechos de interés. En primer lugar (gráfico 1), continúa el incremento en el porcentaje de empresas exportadoras, tanto entre el grupo de pequeñas (10 a 49 trabajadores) como en el de medianas (50 a 200 trabajadores) que ya se había observado en el año previo. Este aumento rompe con la tendencia plana observada en esta variable en buena parte de la pasada década, tras el extraordinario aumento de la presencia en el exterior en la década de los noventa.

En segundo lugar (gráfico 2), se produce un aumento en la importancia relativa de las exportaciones sobre las ventas totales. Ese aumento se produce, además, en todos los grupos de empresas, pero es más acusado en los dos extremos: entre las más grandes y las más pequeñas. Es especialmente significativo el aumento de la propensión exportadora en este último grupo, dado el menor peso relativo de las exportaciones en las ventas totales.

Los resultados de la ESEE para el año 2010, aunque aún provisionales, constatan el  extraordinario papel que las exportaciones han tenido en el mantenimiento de la actividad industrial. Entre las empresas de menos de 200 trabajadores, el crecimiento nominal (medio ponderado) de las exportaciones fue nada menos que del 22%. El contraste con el año previo, donde cayeron un 14,2%, no puede ser más expresivo. El crecimiento en las empresas de más de 200 trabajadores fue también intenso, aunque menos acusado (un 12,8%).

Es previsible que la válvula de escape que han supuesto las exportaciones para la industria española, y para la economía en su conjunto, se enfrentará en los próximos meses a la caída de demanda exterior, al menos en nuestros mercados más tradicionales. En ese contexto, la intensificación en la diversificación de mercados, ya en curso, se convierte en una de las estrategias más necesarias.

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