El viernes pasado el INE ha hecho públicos los primeros datos del Censo de Población y Viviendas de 2011. Este Censo se ha planteado como una operación novedosa que combina datos procedentes de registros con una encuesta a unos tres millones de viviendas, que representan un 12,3% de la población. Partiendo de los datos del Padrón de Habitantes y de la información de varias fuentes administrativas (Ministerio del Interior para identificadores de españoles -DNI- y extranjeros -NIE-; Movimiento Natural de la Población -nacimientos y defunciones-, Seguridad Social, AEAT, Registro de títulos del Ministerio de Educación, MUFACE e información del propio Censo de Población y Viviendas de 2001), se ha creado un gran fichero precensal (FPC) en el que se han clasificado los registros en función de los resultados del cruce de su identificación con la información de las otras fuentes como: personas con residencia segura en España, con residencia descartada en el territorio nacional o, finalmente, con residencia dudosa. De acuerdo con su calificación, a cada registro del FPC se le ha asignado un factor de recuento. Obviamente, en los registros seguros el factor de recuento es igual a 1 y en los registros que no se cuentan –como una defunción, por ejemplo- el factor de recuento en el FPC será igual a 0.

Una gran parte de las personas que figuran en el FPC tiene confirmados sus datos de residencia en España. Sin embargo, como se ha mencionado, existen personas cuya presencia real en el país no está confirmada al no haber sido localizadas tras la confrontación de la información de las fuentes estadísticas. Según el INE (ver nota de prensa), el número de registros dudosos al finalizar el Censo ha sido cercano a 1.040.000 personas (un 2,2% del total de registros), de los cuales el 87% era población extranjera. A quienes estábamos esperando la información censal para confrontarla con la padronal a efectos de verificar la calidad de esta última en el recuento de los inmigrantes extranjeros que siguen residiendo en España con la llegada de la crisis, esta cifra nos pone en alerta.

¿Qué ha hecho el INE con esos 1.040.000 registros dudosos? Les ha estimado un factor de recuento en función de los resultados de la encuesta censal. A grandes rasgos, una vez agrupados los dudosos del FPC en clusters por afinidad de edad, nacionalidad y provincia, su tamaño se ha comparado con el de los grupos de similares características estimados a partir de la encuesta censal. El factor de recuento en el FPC es mayor que uno si los estimados por la encuesta se encuentran por encima de los detectados en el registro y será menor que la unidad si se encuentran por debajo. Una vez finalizado el proceso, señala el INE que el factor de recuento medio de estos registros dudosos resultó ser 0,424, lo que implica que de los 1.040.000 dudosos se contabilizan como población con residencia en España unas 440.000 personas, aproximadamente.

El resultado final es que la diferencia entre el Padrón de 2011 (a 31 de diciembre) y el Censo de 2011 en el número de extranjeros que residen en España es de poco más de 450.000 personas. Esto supone una validación de la calidad de la información padronal por varios motivos. En primer lugar, porque una distancia de un 8,3% a favor del Padrón no es demasiado elevada, en tanto que éste se trata de un registro administrativo en el que inscribirse supone el disfrute de ciertos derechos ligados a la residencia. En segundo lugar, porque sabemos que en los Padrones de 2012 y de 2013 se acoplarán las bajas por caducidad[1] causadas a lo largo de los años 2010 y 2011, no incorporadas de momento a los datos padronales de 2011. En media a lo largo de los últimos años, su volumen ha sido de unas 150.000 anuales; por tanto, sabemos que hay que descontar unos 300.000 registros adicionales de esa diferencia entre el Padrón y el Censo. Y, en tercer lugar y no menos importante, estas diferencias no se distribuyen de forma homogénea entre las diferentes nacionalidades. Como se aprecia en el gráfico, por grandes grupos de orígen, son los ciudadanos pertenecientes a la UE-27 los que mayores distancias presentan; no los nacionales africanos ni de América del Sur o Central.

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Desagregando por las nacionalidades extranjeras más numerosas en España, las mayores diferencias entre el registro padronal y el Censo de 2011 se producen para Alemania, Reino Unido y Francia, donde el Padrón sobreestimaría en torno a un 20% su población residente en España en relación al Censo. En el caso de Rumanía el porcentaje sería de la mitad (10%) y para los ciudadanos de Marruecos no alcanza el 1%. Por el contrario, los nacionales de Ecuador, Colombia y Perú según el Censo que se acaba de levantar se encontrarían ligeramente subrepresentados en el Padrón con una diferencia, respectivamente del -3.39%, -2.21% y -1.8%.

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El análisis anterior apunta con claridad hacia dos conclusiones. Primero, que el Padrón se encuentra lo suficientemente puesto al día en lo que se refiere a las cifras de inmigrantes laborales en sentido amplio y, segundo, que si hay algún problema de mayor calado este se centra con claridad en la sobre-captura de los ciudadanos de la UE-15. Casi la mitad (47%) de la diferencia entre el Padrón y el Censo de 2011 se concentra en esas 14 nacionalidades[2]. A este respecto, estaría muy bien que la renovación de la inscripción padronal -aprobada desde junio de 2008 por el Consejo de Empadronamiento- de los ciudadanos NO-ENCSARP (ciudadanos de la UE y de países del EEE, así como los que, sin pertenecer a estos países, tienen tarjeta de residencia de régimen comunitario y aquellos que tienen autorización de residencia permanente) se intensificara. Con el procedimiento previsto, similar al de las bajas por caducidad de los ciudadanos ENSCARP, se depuraría más el Padrón y podríamos tener una información de mejor calidad sobre este colectivo.


[1] Como consecuencia de la modificación legislativa introducida por la LO 14/2003 de Extranjería, que establece que los extranjeros no comunitarios sin autorización de residencia permanente (ENCSARP) tienen la obligación de renovar su inscripción padronal cada dos años. En caso de no llevarse a cabo tal renovación los ayuntamientos deben declarar la caducidad de la inscripción.

[2] De hecho, en su nota de prensa, el INE señala que el subgrupo más destacado en cuanto a proporción de población dudosa es la de nacionales de Alemania mayores de 80 años en la provincia de Alicante y la de ciudadanos del Reino Unido, también en Alicante, con edades entre 60 y 65 años.

3 Comentarios

  1. He comparado las cifras del censo y el padron según nacionalidad y país de nacimiento para algunos países de America Latina y efectivamente las diferencias en el análisis por nacionalidad no son muy grandes, pero por país de nacimiento si lo son. me imagino tiene que ver con que la población ilegal no tiene visibilidad en el censo. Pero me sorprenden casos como el de Colombia y Ecuador que muestran un diferencia de más de 100.000 personas registradas entre el padrón y el censo, lo que me hace pensar que hay un problema de registro del país de nacimiento entre los españoles o nacionalizados. Me ayudaría mucho los comentarios al respecto.

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