Por José A. Pérez-Montiel (Universitat de les Illes Balears) y Carles Manera (Universitat de les Illes Balears y Banco de España)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE) llevan varios años recomendando a los gobiernos de la Zona Euro que apuesten por impulsar la inversión pública. Desde, al menos, 2014 estas instituciones vienen recomendando la inversión pública para superar la Gran Recesión y promover el crecimiento (véanse los informes del Fondo Monetario Internacional, 2014, 2020; de la Comisión Europea, 2014, 2016; y de la OECD, 2016). Por lo tanto, estos organismos parecen apostar por un nuevo enfoque de la política fiscal.

La decisión de emprender una política de expansión/austeridad fiscal está ligada al valor de los multiplicadores del gasto público. El valor de los multiplicadores del gasto público indica cuánto aumenta (disminuye) el PIB cuando aumenta (disminuye) el gasto público. Los defensores de la austeridad fiscal señalan que el efecto multiplicador del gasto público (también llamado multiplicador fiscal) es generalmente menor a uno, mientras que quienes abogan por expansiones fiscales afirman que su valor es mayor a la unidad. Recordemos que a principios de 2010 varios países de la Zona Euro, entre ellos España, se vieron afectados por una crisis de deuda soberana y, para mantener su credibilidad financiera, debieron adoptar medidas fiscales contractivas encaminadas a reducir sus déficits fiscales. Sin embargo, en muchas de estas economías la ratio deuda pública/PIB no disminuyó, sino que aumentó (Della Posta et al., 2020). Esta aparente contradicción reavivó el debate sobre los multiplicadores fiscales. La contradicción llegó a tal punto que en 2012 el FMI tuvo que reconocer que el multiplicador fiscal utilizado para hacer predicciones de crecimiento durante la crisis (con un valor de 0,5) estaba considerablemente subestimado, sugiriendo que su verdadero valor era 1,7 (ver el informe del FMI, 2012).

En un artículo recientemente publicado (Perez-Montiel & Manera, 2022), estudiamos el efecto multiplicador del gasto en inversión pública del gobierno en España. Hemos elegido España como caso de estudio porque nuestro país fue uno de los países de la UE más afectados por las políticas de austeridad aplicadas tras la Gran Recesión (Febrero, 2021); y en la actualidad está implementando uno de los planes de inversión pública más ambiciosos tras la pandemia de la Covid-19 (de la Fuente, 2021). Nuestros datos abarcan el período 1980-2016 y están desagregados por regiones (Comunidades Autónomas). Si bien todo tipo de inversión pública contribuye a fomentar la actividad económica, no todos sus componentes lo hacen de la misma (Villaverde & Maza, 2020); por tanto, nuestro trabajo se enfoca en la inversión pública en infraestructura productiva (INFINV). Esta inversión incluye la inversión pública del gobierno en carreteras, puertos, y en infraestructura urbana, hidráulica y ferroviaria. Elegimos esta inversión porque, en un informe de 2016, la Comisión Europea sostiene que ésta puede ser una de las principales palancas de crecimiento económico en la Zona Euro. Los informes del Fondo Monetario Internacional (2014, 2020) y de la OECD (2016) también sugieren que la inversión del gobierno en infraestructura fomenta la actividad económica y el crecimiento a largo plazo.

Para el análisis empírico, hemos utilizado gráficos directos acíclicos (en la estrategia de identificación) y el enfoque de vector autorregresivo estructural de panel heterogéneo (SVAR) de Pedroni (2013). Este método permite estimar consistentemente las respuestas de una variable a los shocks estructurales de otra variable, independientemente del canal a través del cual operan tales shocks. Así, para conocer el efecto neto que un shock estructuralmente identificado en INFINV tiene sobre la actividad económica, no es necesario controlar por una lista exhaustiva de los determinantes de la producción (Pedroni, 2013).

Los resultados de nuestro análisis empírico sugieren que un aumento en el nivel de INFINV genera un efecto positivo y persistente en el nivel de producción agregada. Cinco años después de la expansión fiscal, el efecto multiplicador de INFINV alcanza valores superiores a uno, lo que confirma este tipo de expansiones fiscales tiene efectos Keynesianos. También hallamos que los valores de los multiplicadores son asimétricos cuando consideramos Comunidades Autónomas con PIB per cápita por encima y por debajo de la media española.

El efecto multiplicador de la INFINV en regiones con PIB per cápita superior al promedio podría ser superior porque en estas regiones “las fugas” del gasto público son menores. Las fugas pueden debilitar la relación dinámica entre la INFINV y el PIB. Por ejemplo, cuantos más componentes de la INFINV sean importados, más débiles serán los efectos multiplicadores de Leontief y Keynesianos, y menos intensos los efectos aceleradores de la inversión privada de cada euro de gasto en INFINV. Por otro lado, el mayor efecto multiplicador de la INFINV en las Comunidades Autónomas con un PIB per cápita superior a la media puede estar también ligado a que estas Comunidades Autónomas tienen una capacidad productiva más sólida y autónoma (y por tanto economías de escala más dinámicas, tejido productivo más inclinado a desarrollar innovaciones tecnológicas y difundirlas, etc.). Las causas de las diferencias de los efectos multiplicadores de la INFINV entre Comunidades Autónomas que proponemos son, sin embargo, enteramente especulativas. Se requiere, por tanto, más investigación al respecto.

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here