Juan de Lucio, Raúl Mínguez, Asier Minondo y Francisco Requena
La Covid-19 se manifestó en España, al comienzo, como una crisis de oferta. El cierre de fábricas en China, y después en el norte de Italia, generó preocupación en algunas empresas españolas, que temían que la falta de suministros de estos países provocase la paralización de los procesos de producción. Esta situación puso de manifiesto la dependencia que algunas empresas españolas tenían de un único país suministrador.
En este post utilizamos una medida sencilla para evaluar en qué grado las empresas españolas dependen de las importaciones de un solo país. Siguiendo una metodología similar a la de Cernat y Guinea (2020), calculamos el número de países de los que cada una empresa española importa un producto. Si la empresa importa el producto solamente de un país, será muy vulnerable a los problemas que se produzcan en ese suministrador; por el contrario, si lo importa de muchos países, el grado de vulnerabilidad será menor.
Utilizando datos de 2019 del Departamento de Aduanas, y definiendo un producto como un código de 8 dígitos de la Nomenclatura Combinada, que incluye aproximadamente 9.000 productos, obtenemos que la mediana de las empresas españolas solamente tenía un país suministrador para cada producto. La media de países suministradores por producto era de 1,6. Este resultado indica que las empresas españolas son muy vulnerables a problemas en el país suministrador. La dependencia es menor entre las empresas que importan y exportan, que entre las empresas que solamente importan. En las primeras el número medio de países suministradores por producto es de 1,8, mientras que en las segundas es de 1,3. Los países que más se repiten como únicos suministradores son China (26%), Alemania (12%), e Italia (11%).
Para medir la vulnerabilidad de España respecto de un único país suministrador, sumamos el valor de las importaciones de aquellos productos en los que la empresa tiene un único suministrador y lo dividimos por el total de las importaciones españolas en 2019. Obtenemos que el 19% de las importaciones españolas provienen de un solo país, y la mitad de las importaciones españolas provienen de cuatro o menos países suministradores. El porcentaje de importaciones que provienen solamente de un país suministrador es del 17% para las empresas que exportan e importan y del 39% para las empresas que solamente importan.
El Gráfico 1 muestra que existe una gran heterogeneidad en el grado de dependencia de un único país suministrador entre capítulos arancelarios. El gráfico muestra los 10 capítulos arancelarios con mayor dependencia y los 10 con menor dependencia. Para los primeros también se muestra el país suministrador más importante. Barcos es la partida arancelaria que más depende de un único país suministrador. Este resultado es lógico, ya que en muchas ocasiones el importador solamente adquiere una embarcación. El grado de dependencia es también elevado en seda, lana y pelo fino, y aeronaves. El país suministrador que más se repite es China. Las partidas en las que la dependencia de un solo país suministrador es menor son tabaco, minerales, y combustibles.
Gráfico 1. Capítulos arancelarios con mayor/menor dependencia de un único país suministrador, 2019 (%)
Nota: La dependencia se calcula como el porcentaje del total de importaciones en los que la empresa importadora tiene un único suministrador por producto. Fuente: cálculo de los autores a partir de los datos del Departamento de Aduanas.
El Gráfico 2 muestra la evolución de la dependencia de las importaciones españolas de un solo país suministrador entre 1997 y 2019. Para el conjunto de los importadores, y para las empresas importadoras y exportadoras, se reduce la dependencia entre los años 1997 y 2013; sin embargo, la dependencia vuelve a aumentar a partir de ese año. Para las empresas que solamente importan, se produce una notable caída de la dependencia a partir del año 2012.
Gráfico 2. Porcentaje del total de las importaciones con origen en un solo país suministrador
Nota: La dependencia se calcula como el porcentaje del total de importaciones en los que la empresa importadora tiene un único suministrador por producto. Fuente: cálculo de los autores a partir de los datos del Departamento la Dirección General de Aduanas.
Es probable que la crisis de la Covid-19 impulse a las empresas españolas a diversificar su cartera de suministradores. Como señalan Díaz-Mora y otros (2020), es probable que estos nuevos suministradores se ubiquen en países geográficamente cercanos y que compartan acuerdos comerciales con España, para responder más rápido a posibles cambios en la demanda e impedir que se alteren las reglas de comercio. En todo caso, encontrar nuevos suministradores no es una tarea sencilla, especialmente en aquellos casos en los que los productos intermedios se tienen que adaptar a las características de la empresa importadora.
Referencias
Cernat, L. y Guinea, O. (2020). “On ants, dinosaurs, and how to survive a trade apocalypse”. Disponible en https://ecipe.org/blog/how-survive-trade-apocalypse/
Díaz-Mora, C., Gandoy-Juste, R., y González-Díaz, B. (2020). “El momento de las cadenas regionales de valor: La integración comercial en la Península Ibérica”. Información Comercial Española. Cuadernos de Economía, (de próxima publicación).