Los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social confirman que en el año 2012 (a falta de algunos ajustes finales) ha continuado con fuerza el deterioro del equilibrio del presupuesto del Sistema de Seguridad Social en España, etapas de desequilibrios que comenzó en 2008. En esta entrada del Blog presentamos la evolución reciente de los dos indicadores que se utilizan habitualmente para evaluar la sostenibilidad futura del pago de pensiones contributivas (la ratio cotizantes/pensionistas y la ratio cotizantes/número de pensiones), así como del saldo presupuestario de la Seguridad Social.

 En primer lugar, como se puede ver en el Gráfico 1 (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande), el número de afiliados ocupados en el promedio de 2012 en 16.332.488 personas, lo que supone un descenso del -4,55%  respecto a los afiliados ocupados en el promedio de 2011 (17.111.792 personas), y un descenso del -14,91% respecto al máximo histórico alcanzado en 2007 (19.195.755 personas), justo antes del estallido de la crisis financiera internacional. En segundo lugar, este descenso de cotizantes ocurría al mismo tiempo que el número de pensionistas con pensiones contributivas (8.143.922 personas a finales de 2012) aumentaba un 0,95% respecto a 2011 (8.066.507 personas) y un 7,27% respecto a 2007 (7.591.502 personas).

La conjunción del descenso de cotizantes y del aumento continuo de pensionistas ha provocado que la ratio cotizantes/pensionistas haya caído a finales de 2012 hasta 2,00 (las cotizaciones de dos ocupados sirven para el pago de un pensionista), lejos ya del máximo alcanzado del 2,52 en 2007 (véase Gráfico 2, línea azul). Es necesario destacar que esta cifra roza el mínimo histórico del 1,93 de 1997. Además, esta ratio empeora hasta el 1,81, si utilizamos el cociente entre cotizantes y el número de pensiones contributivas en vigor, tal y como se puede observar también en el Gráfico 2 (línea roja).

Por otra parte, tal y como muestra el Gráfico 3, el conjunto de la Administración de la Seguridad Social registró en términos de Contabilidad Nacional un déficit de 11.818 millones de euros (cifras provisionales de noviembre, diferencia entre ingresos y gastos corrientes), lo que equivale al -1,11% del PIB español. [1] [2] Este déficit registrado por el Sistema de Seguridad Social supone el tercer saldo negativo consecutivo del sistema de pensiones desde el año 2010.

Ante tal situación, la OCDE alerta en su último informe sobre la economía española de noviembre de 2012 – OECD Economic Surveys: Spain 2012 – que la reforma de las pensiones impulsada por el último Gobierno socialista se queda corta y pide la aprobación urgente de nuevas medidas: i) extender el cómputo de la pensión a toda la vida laboral; ii) prolongar aún más el plazo necesario para lograr la pensión máxima; iii) endurecer el acceso a las nuevas pensiones de viudedad; iv) acabar con las ayudas a la jubilación parcial.

La OCDE también pide adelantar lo antes posible una de las reformas ya previstas en la nueva ley de pensiones que está en vigor en la actualidad. [3] Se trata de introducir una  fórmula de indexación de las pensiones que vincule los parámetros del sistema a los cambios en la esperanza de vida, algo que estaba previsto que entrara en vigor en 2027.

En síntesis, los desequilibrios financieros de la Seguridad Social española pasan a corto plazo por una nueva reforma urgente del sistema de pensiones vigente y el adelanto de medidas ya previstas para el futuro o por la creación masiva de empleo que eleve el número de cotizantes, circustancia poco probable dada las previsiones de crecimiento económico para el próximo trienio.

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[1] Esta cifra recoge el déficit de operaciones corrientes del organismo (que excluye los movimientos financieros), que no tiene por qué coincidir con el déficit presupuestario final. Por lo tanto, no incluye los intereses generados por las inversiones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social durante 2012, lo que indica que la cifra final de déficit se reducirá una vez se contabilicen.

[2] El déficit total incluyendo los intereses generados por las inversiones del Fondo de Reserva no se ha cubierto con la emisión de deuda pública. En su lugar, se han utilizado los ahorros de años precedentes, en parte de los fondos acumulados en el Fondo de Reserva y en parte de los fondos acumulados en el Fondo de Prevención y Rehabilitación de la Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, en el que se guardaba el dinero sobrante de la gestión de las mutuas de accidentes laborales. La utilización de estos fondos acumulados sin tener que emitir deuda no supone un menor déficit. La utilización de recursos acumulados de ejercicios anteriores, atendiendo a la normativa contable de la Unión Europea, no rebaja el déficit (desfase entre ingresos y gastos) del ejercicio corriente. Pero sí evita tener que salir al mercado a captar capital emitiendo deuda pública. Pero esta «hucha de las pensiones» se puede agotar pronto.

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