La vacuna contra la Covid-19 ha sido la pieza clave para superar la crisis sanitaria que hemos vivido durante estos últimos años. La vacuna es, también, un buen ejemplo de los beneficios del comercio internacional. Por una parte, los laboratorios han tenido más incentivos para invertir en el desarrollo de una vacuna, ya que el comercio les ha permitido venderla en todo el mundo. Por otra parte, gracias a las importaciones, muchos países han podido acceder al conocimiento desarrollado en otros países y vacunar a la población.

Para que un país pueda importar tiene que ofrecer algo a cambio al resto del mundo. Los agentes que permiten que se produzca este intercambio son las empresas exportadoras. Estas empresas son muy importantes, ya que al vender sus productos y servicios en el mercado internacional generan los recursos para que un país pueda importar bienes y servicios que necesita y no produce internamente.

Además, las empresas exportadoras son importantes para un país debido a sus características. Las empresas exportadoras se enfrentan a una competencia más intensa que otras empresas. Por ejemplo, la competencia a la que se enfrenta el colegio de un pueblo se limita a la de los colegios del mismo pueblo y los pueblos cercanos, ya que los alumnos no quieren perder mucho tiempo en el desplazamiento de su casa al colegio. Sin embargo, una empresa española que exporte vino a Estados Unidos, tiene que convencer a los clientes estadounidenses de que el vino español es una mejor opción que el californiano, el francés, el italiano, y el de un largo etcétera de países. Esta labor es si cabe más difícil, si tenemos en cuenta que los productos exportados tienen que soportar un sobrecoste debido al transporte, a las diferencias en la regulación, o a la adaptación del producto a los gustos de los clientes extranjeros. En definitiva, las empresas exportadoras tienen que ser especialmente “buenas” en su actividad para atraer a clientes que tienen un enorme abanico de opciones.

Por ello, no es extraño que las empresas exportadoras tengan mejores resultados que las no exportadoras en muchas variables económicas. Por ejemplo, en su tesis doctoral, Guido Guerra, mostraba que, por término medio, el número de empleados de una empresa exportadora era seis veces superior al de una empresa no exportadora, invertía el doble en I+D y marketing, producía el doble por trabajador, y sus salarios eran un 40% superiores. Estos resultados son muy similares a los obtenidos por estudios previos, tanto para España, como para otros países.

Lógicamente, si las empresas exportadoras son “mejores” que las empresas no exportadoras, los responsables económicos de un país querrán aumentar el número de empresas exportadoras, ya que así crecerá la productividad, el empleo, los salarios, y la innovación del conjunto del país. Sin embargo, la pregunta que surge es si las empresas exportadoras son mejores porque exportan, o exportan porque ya eran mejores. La mayoría de los estudios indicaban que la segunda era la respuesta correcta: solamente las empresas que ya eran “buenas” exportan. Además, sorprendentemente, los estudios concluían que la exportación no hacía a las empresas mejores.

Sin embargo, como indicaba en mi post anterior, los estudios más recientes, utilizando indicadores y técnicas de estimación más precisos, sí muestran que exportar mejora el desempeño de las empresas. Este resultado me parece más lógico e intuitivo. Seguramente, si repasamos nuestra vida, encontraremos momentos en los que enfrentarnos a situaciones y entornos más complejos nos obligaron a aprender y mejorar. De la misma forma, las empresas exportadoras, al enfrentarse a una competencia más elevada, y con unos costes añadidos, tienen que afinar al máximo su gestión para poder tener éxito en los mercados internacionales.

Las empresas exportadoras son importantes porque nos permiten acceder a bienes y servicios que no producimos y que son clave para nuestro bienestar. Además, las empresas exportadoras sobresalen por sus buenos indicadores de empleo, productividad, e innovación. Por ello, son un segmento de empresas que debemos cuidar y fomentar con especial empeño.

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