El coche eléctrico es el producto verde que más exporta España. Por ello, este producto es clave para que España pueda beneficiarse del potencial crecimiento de las exportaciones de productos ligados a la transición climática.
Como explico en un reciente informe que he elaborado para Fedea, España no exportaba ningún coche eléctrico en 2015. Para 2023, los coches eléctricos ya suponían el 25% del valor de las exportaciones de turismos españoles. El gráfico muestra la evolución de la cuota de España en las exportaciones globales de coches eléctricos en el periodo 2017-2022. España aumentó su cuota en las exportaciones de coches eléctricos del 0,9% en 2017 al 5,5% en 2022. Esta cuota sitúa a España como el sexto exportador mundial de coches eléctricos. Cabe señalar que la cuota de España en las exportaciones globales de turismos eléctricos en 2022 era superior a su cuota en las exportaciones globales de turismos con motor de combustión (séptima posición, con una cuota del 4,2%).
Cuota de España en las exportaciones globales de coches eléctricos, 2017-2022 (% de las exportaciones globales de coches eléctricos)
Nota: Se definen como vehículos eléctricos aquellos con un motor de propulsión eléctrico o los híbridos recargables (partidas 870360, 870370 y 870380 del Sistema Armonizado a 6 dígitos). Fuente: elaboración del autor a partir de la base de datos BACI de la CEPII.
El gráfico también muestra la evolución de la cuota de mercado de los cuatro países con mayor cuota en las exportaciones globales de turismos eléctricos en 2022. En valor, Alemania era el mayor exportador de turismos eléctricos, con una cuota del 28% de las exportaciones globales en 2022. A continuación, se situaban China, con el 14%, Estados Unidos, con el 9%, y Corea del Sur, con el 7%. Sin embargo, como señala un reciente informe del Banco de España, en número de unidades, China era el mayor exportador de turismos eléctricos en 2023. Por tanto, mientras Alemania es el líder mundial según el valor exportado, China lo es según el número de turismos eléctricos exportados.
Como señala el informe Draghi, China es una amenaza para el sector del automóvil europeo. La participación de los coches eléctricos chinos en las exportaciones globales se multiplicó por 14 entre 2017 y 2022. El gran aumento de la competitividad de los coches eléctricos chinos se explica por diversos factores. En primer lugar, los motores eléctricos son más fáciles de fabricar que los motores de combustión interna y, al tratarse de una nueva tecnología, los fabricantes chinos no estaban en desventaja con relación a otros fabricantes, como ocurría con el motor de combustión. En segundo lugar, China es competitiva en el procesamiento de los minerales que son necesarios para fabricar las baterías, lo cual le otorga una ventaja competitiva en la fabricación de este componente crítico y, en consecuencia, en la fabricación de vehículos eléctricos. En tercer lugar, el gran tamaño del mercado chino ha permitido que los fabricantes de este país puedan explotar economías de escala en la producción. Finalmente, las empresas chinas han recibido subsidios del gobierno en forma de ayudas directas, préstamos preferenciales y descuentos en los precios de las materias primas, la electricidad, las baterías y los terrenos industriales.
Las subvenciones que han recibido las empresas chinas les otorgan una ventaja competitiva desleal con relación a otros fabricantes de turismos eléctricos. Esto motivó que Estados Unidos impusiese un arancel del 100% a los turismos eléctricos chinos en mayo de 2024 y que la UE introdujese, de forma provisional, aranceles compensatorios de hasta el 35% a algunos fabricantes chinos en julio de 2024. Estos aranceles se convirtieron en definitivos a finales de octubre de 2024. Algunos gobiernos europeos, como el alemán, fueron reacios a la imposición de aranceles debido a las potenciales represalias de China a las exportaciones de coches alemanes y a las inversiones alemanas en el país asiático. En una reciente visita a China, el Presidente del Gobierno Español también se mostró partidario de reconsiderar los aranceles de la UE a China. Esta postura se explicaría por las potenciales represalias chinas a las exportaciones españolas de cerdo al país asiático.
Las exportaciones de coches con motores de combustión interna todavía tienen un gran peso en las exportaciones españolas. Por tanto, es importante que España sea competitiva en vehículos eléctricos para que sus exportaciones no se vean afectadas por la futura caída de las exportaciones de coches de combustión interna. En este sentido, parece lógico que se penalice a los fabricantes chinos si parte de su ventaja es desleal. Sin embargo, no debemos olvidar que una parte importante de esa competitividad se debe a que los coches eléctricos fabricados en China, muchos de ellos manufacturados por empresas estadounidenses y europeas, siguen siendo muy atractivos en calidad y en precio, aun cuando se neutralice el efecto de las subvenciones. Por ello, es importante que haya competencia china en el mercado europeo, ya que ello obliga a los fabricantes europeos a mejorar su competitividad. Por otra parte, restringir la importación de coches eléctricos chinos de bajo precio también frena la transición hacia una economía más verde. Otra de las posibilidades es que, en respuesta a los aranceles europeos, las empresas chinas comiencen a fabricar en Europa. Sin embargo, como medida de presión, el gobierno chino está pidiendo a las empresas de automóvil y de baterías eléctricas que detengan sus inversiones en Europa. En todo caso, el riesgo es que los países europeos entren en una guerra de subvenciones para atraer a las empresas chinas, con un alto coste para los contribuyentes. Estamos, por tanto, ante una situación compleja.