En un reciente artículo publicado en este Blog (aquí), el Profesor Vicente Salas ofrece un interesante análisis de la evolución de los márgenes empresariales de las empresas no financieras, que complementa muy bien al que presento yo, referido al conjunto de la economía, en una entrada previa (aquí). Le estoy agradecido por su aportación, que permite comprender mejor lo ocurrido en las empresas y en la economía española durante los tres últimos años.

De haber contado con información del cuarto trimestre de 2022, probablemente su análisis habría mostrado una recuperación completa de los beneficios empresariales, ya que en ese trimestre registraron un importante alza, como muestra el siguiente gráfico comparable al suyo, de márgenes brutos (sin impuestos) sobre el PIB corriente, medido a precios de mercado. Así lo corroboran también los datos ofrecidos por el Director de Economía y Estadística del Banco de España en una comparecencia pública realizada hace unos días (aquí, páginas 57 y58)

Por otra parte, como el profesor Salas señala acertadamente, mi análisis dista de atribuir el alza de los márgenes empresariales a prácticas abusivas de las empresas; aunque en contextos inflacionarios como el actual, tales prácticas encuentran un espacio propicio para desplegarse, es dudoso que contribuyan a explicar de manera significativa la elevación del nivel general de precios que ha tenido lugar. En mi opinión, ha sido un contexto especial, más expansivo en demanda interior y exterior de lo esperado, y con restricciones de oferta en diferentes mercados, el que ha permitido que los márgenes se hayan recuperado sin que aún lo haya hecho la actividad productiva.

De hecho, como señalo en mi artículo inicial, tanto las rentas del trabajo, como los márgenes empresariales, han perdido valor real, en una cuantía muy similar y  acorde al alza en los costes de los productos importados. Pero las evoluciones han sido dispares: los márgenes empresariales se redujeron sensiblemente con la pandemia, para restablecerse después, en parte gracias la elevación de los precios, mientras que las rentas de los trabajadores han mantenido una evolución más estable, comportándose casi como un coste fijo, como bien señala el profesor Salas.

Por lo demás, como puede comprobarse en el cuadro que figura a continuación, los salarios españoles han evolucionado en línea con los europeos en los últimos tres años, sosteniendo la competitividad en precios de nuestra economía, un resultado nada despreciable (los cálculos para 2022 que ofrece Eurostat se refieren a los tres primeros trimestres)

            Evolución de los Costes Laborales Unitarios
(tasas medias de variación para el período 2019-2022)
Salarios Pvdad CLU
Alemania 2,6 -0,1 2,7
Francia  2,1 -0,6 2,7
Italia 2,1 0,1 2,0
España 2,0 -1,1 3,1
Fuente: Eurostat

 

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